Olvidar la mala costumbre

28 de enero de 2013

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Elson Concepción Pérez

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CELAC, Política

Los países europeos o mejor dicho los gobiernos del otrora mundo de la prosperidad llegaron a la nueva Cumbre con América Latina, esta vez con la CELAC, celebrada en Santiago de Chile, quizás con el recelo de que deben olvidar las malas costumbres de sentirse superiores y tener que ver en esta región un ejemplo que pudieran seguir para salir de la grave crisis que padecen.
En Chile se pusieron frente a frente las ex metrópolis y las ex colonias. Las primeras, todavía con cierta arrogancia nostálgica por lo que fueron y no son, y los latinoamericanos con un sentido de pertenencia, independencia y soberanía mayor que nunca.
Esta vez la Unión Europea, sacudida por un terrible sismo económico y social y una irreversible crisis sistémica pudo conocer más de cerca a una flamante Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que da sus primeros y firmes pasos hacia la consecución de objetivos mayores y definitivos.
América Latina se vanagloria de haber dejado atrás aquellas décadas perdidas provocadas precisamente por el modelo neoliberal que ahora Europa tiene como exponente.
No se trata ni mucho menos de que todo esté resuelto. Yo diría que es más lo que falta por hacer en medio de la diversidad de sistemas pero donde predomina la unión en los aspectos comunes como única vía para avanzar.
Hoy la región exhibe un crecimiento promedio del 3,8 por ciento y el desempleo ha bajado a un 6,2 por ciento.
Por su parte la Europa que acudió a Chile no puede vanagloriarse de su 0,3 por ciento de crecimiento en el año 2012 ni de la perspectiva de que en el presente 2013 la situación sea similar.
A la cita con los latinoamericanos la Unión Europea llegó con la escandalosa cifra de 19 millones de personas sin trabajo, cerca de un 12 por ciento —el doble de América Latina—, y en el caso de España con un 26 por ciento de parados.
En este contexto vale recordar lo dicho por el canciller cubano Bruno Rodríguez un día antes de la Cumbre en Santiago de Chile: “No podemos olvidar que la relación económica de la Unión Europea con América Latina y el Caribe es desigual e injusta… con muy poca voluntad de parte de los líderes europeos para avanzar hacia una relación distinta con nuestra región”.
El canciller cubano enfatizó en que “… la Unión Europea tendrá que comenzar a ser consciente de que América Latina y el Caribe han cambiado, ya no somos una ´neocolonia yanqui´, sino que buscamos diversificar nuestras relaciones. Europa tendrá que cambiar entonces su visión y política con respecto a la región y asumir posiciones de respeto a nuestra soberanía, considerar a nuestros países como socios iguales, también soberanos”.
En fin que puede haber muchas cumbres, muchos discursos, muchas pretensiones y hasta ambiciones, pero lo único real es que los países del Viejo Continente, ya sea de forma particular o como parte de la Unión Europea, tendrán que olvidar las malas costumbres de la época colonial o de cuando éramos colonia también pero de Estados Unidos.