No solo por amor
20 de mayo de 2016
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Tradicionalmente, los poetas identifican a los suspiros como una manifestación incontenible de quienes están enamorados, estableciéndose también como recurso de interpretación en las actuaciones artísticas.
Sin ánimo de defraudar al contradecir a los espíritus románticos, aportamos lo que la ciencia aclara sobre esa profunda y gratificante aspiración que nos hace sentir muy bien.
Los seres humanos suspiran cada cinco minutos para favorecer una correcta actividad pulmonar; esa acción natural e incontrolable del organismo deviene proceso de control respiratorio primordial para mantenernos vivos, y sin el cual, los pulmones colapsarían.
Una persona requiere, fisiológicamente, cumplir ese acto porque la respiración normal no logra, por sí sola, inflar los alveolos, diminutos sacos que hacen posible el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre los pulmones y el torrente sanguíneo.
En tal sentido, un equipo de investigadores de las Universidades de California y Stanford, estudiaron el tema con la perspectiva de encontrar nuevas terapéuticas para quienes presentan dificultades respiratorias.
Los expertos explicaron que el ser humano suspira unas 12 veces por hora, lo que constituye un proceso involuntario, a menos que exista una enfermedad respiratoria que lo impida. De no hacerlo cada cinco minutos, aproximadamente, los alveolos irán colapsando lentamente y los pulmones comenzarán a fallar.
A propósito de la importancia de la investigación, el académico Jack Feldman destacó, que comprender cómo el cerebro controla la respiración, es clave en la elaboración de nuevos tratamientos médicos para las enfermedades respiratorias.
Y si usted tiene dudas sobre esta explicación científica, le sugiero que vigile su respiración durante una hora y comprobará lo que aquí se explica, o… por la más conveniente prevención de su salud, deberá consultar a un neumólogo, especialista que atiende los procesos respiratorios.
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