No solo con medicamentos se alivia el dolor de espalda

5 de octubre de 2022

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Diana García García

 

 

Pese al incontable tiempo transcurrido desde que el hombre adoptó la posición erguida, las limitantes que tiene la espalda para permanecer recta y vertical, hacen que aún se resienta de esta posición que no le es natural.

Si a ello sumamos los movimientos que a veces se realizan sin tener en cuenta los efectos nocivos que pueden provocar en la columna vertebral, no es raro a menudo sufrir dolores y molestias en esta parte del cuerpo.

Las causas de los dolores y las molestias que se sufren en la espalda son muchas y de muy distinta índole. Pueden producirse por la anomalía de algunos de los huesos que la forman, por un accidente, por una enfermedad en otra parte del cuerpo e, incluso, por problemas de tipo psicosomático.

Aunque el tratamiento habitual de los dolores de espalda de grado moderado a severo se basa en la administración de analgésicos, también existen medidas que contribuyen a la mejoría natural del paciente.

Una de las primeras medidas que se recomiendan es el uso de una cama firme. Esto se puede conseguir colocando una tabla bajo el colchón. Así mismo, resulta muy beneficiosa la colocación de almohadas o cojines a modo de calzos o cuñas en los lugares de dolor localizado. Tanto la inmovilidad como el reposo ayudan a disminuir la tensión sobre los músculos, ligamentos o discos que han sufrido deterioro.

Las distensiones musculares suelen mejorar en el plazo de unos pocos días, mientras que los esguinces y roturas fibrilares toman, al menos, de 10 a 15 días. Cuando la lesión consiste en una hernia discal, será necesario el reposo durante 15 días como mínimo.

Una recomendación muy importante para el dolor de espalda es tener precaución al acostarse y levantarse de la cama, así como evitar los movimientos bruscos durante las actividades diarias.

La aplicación de frio y calor es otra alternativa de tratamiento que se utiliza. Durante las primeras 48 horas se recomienda el uso de bolsas de hielo para reducir el dolor, la inflamación y las contracturas musculares. Pasados 2 días, se puede tratar la zona dolorosa con calor, excepto si el dolor de espalda fue causado por un accidente o caída.

Luego de un período de inactividad prolongada a causa de dolor de espalda, resulta ventajoso comenzar con un programa de ejercicios regulares de bajo impacto como la caminata rápida, la natación o la bicicleta estacionaria durante 30 minutos al día. Cualquiera de ellos ayuda a fortalecer los músculos lumbares y abdominales al aumentar la fuerza y la flexibilidad muscular. No obstante, antes de comenzar cualquier práctica física, es aconsejable consultar al médico para conocer cuál es el programa más adecuado según la edad y la condición del individuo.