Música para sanar
13 de septiembre de 2022
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Es conocido el efecto de la música en los seres humanos. No solo de forma positiva alegrando o sedando, porque también puede deprimir si alguna melodía nos recuerda algún triste momento vivido, o simplemente, alterándonos si el volumen es estridente o el texto rechazado.
Como quiera que sea, ese poder de influencia en nuestras psiquis, estudiado por la Medicina, se aprovecha en la salud como ha demostrado un estudio realizado por la Ciencia, y publicado en la literatura médica internacional.
Surge entonces la musicoterapia (uso de la música como elemento terapéutico para diversas enfermedades y síndromes) y sus resultados la definen como un factor beneficioso en pacientes que presentan problemas, psíquicos y físicos.
Las conclusiones de la investigación resumen que ese poder va dirigido a elementos tan importantes como los siguientes:
– Estimulación sensitiva para distraer o activar la mente.
– Capacidad de cambiar ciertas emociones.
– Amplifica la capacidad de memoria al implicar funciones cognitivas.
– Provocar movimientos inconscientes (procesos de rehabilitación).
– Posibilitar procesos de comunicación no verbales.
Actualmente, la musicoterapia es utilizada en pacientes que presentan demencia, estrés, ansiedad, depresión, esquizofrenia, afasia, autismo o daño cerebral.
Aunque no en todos los casos, hay estudios científicos suficientemente contrastados para demostrar su efectividad, y la práctica diaria evidencia que se obtienen mejoras conductuales en cada una de esas patologías.
Con el tiempo se irá transmitiendo esa praxis médica en el campo de la medicina internacional.
No obstante, los invito a reflexionar sobre tan probado beneficio. Vale la pena probar recurriendo a melodías suaves, preferidas, cuando el estrés de la vida cotidiana, sobrepase los límites de nuestra resistencia.
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