Medicamentos nasales y óticos
14 de junio de 2022
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Las vías de administración nasal y ótica resultan frecuentemente empleadas en otorrinolaringología para administrar los fármacos que se utilizan en el tratamiento de muchas de las patologías que atiende esta especialidad médica.
Las otitis externas bacterianas pueden afectar tanto al pabellón auricular como al conducto auditivo externo. En ocasiones se presenta de manera difusa a causa de una infección producida por el microorganismo pseudomona aeurginosa, el cual es responsable de la inflamación de la piel del conducto auditivo externo.
Este tipo de otitis se produce con más frecuencia en verano debido a los baños de mar, por el agua que entra en los conductos del oído y la humedad repetida, todo lo cual favorece el crecimiento de microorganismos patógenos.
En el tratamiento de la otitis externa se utilizan medicamentos dosificados en forma de gotas óticas. En la mayoría de los casos se administran gotas antibióticas y también se emplean gotas de corticoides para aliviar la inflamación.
Por la vía nasal, los medicamentos que se usan se han empleado históricamente para producir efecto local como agentes descongestionantes. Sin embargo, las preparaciones nasales también pueden administrarse buscando un efecto sistémico.
Muchas clases de fármacos pueden prepararse como soluciones nasales para ser administrados en forma de gotas o aerosoles. Otras formas de dosificación pueden incluir geles nasales, jaleas o ungüentos. Algunos medicamentos son suficientemente volátiles y pueden ser llevados a la nariz a través de un inhalador.
Las preparaciones nasales suelen contener antisépticos, analgésicos locales o fármacos vasoconstrictores, pero todas las sustancias administradas por esta vía no deben ser irritantes.
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