Los usos curativos de la sal
1 de junio de 2021
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Existen numerosos recursos naturales de uso común en la vida cotidiana, que pueden resultar muy eficaces para aliviar algunos malestares o dolencias ocasionales.
Sin embargo, estos no son siempre la primera opción en que se piensa cuando se anda en busca de alivio, pues desafortunadamente aún son muchos los que prefieren acudir al empleo de medicamentos de prescripción que no han sido indicados por un facultativo, a pesar de los numerosos riesgos que esto trae consigo.
Ejemplo de ello es la sal, una sustancia que está siempre presente en todos los hogares, que empleada del modo correcto puede resultar muy beneficiosa en el cuidado de numerosas afecciones.
Si bien el exceso de sal puede ser peligroso para la salud, la presencia de este mineral en el organismo, en cantidades adecuadas, también resulta muy necesaria.
Entre sus funciones, la sal contribuye a que el cuerpo esté bien hidratado, introduciendo agua en el interior de las células, ayuda a controlar la cantidad de agua del organismo y a regular los fluidos del cuerpo, y resulta esencial para que el sistema nervioso transmita impulsos al cerebro, así como para la relajación muscular.
Existen múltiples usos en los que la sal mezclada con agua deja de ser una enemiga y se convierte en un curativo remedio, muy útil y efectivo para la salud.
El agua con sal se pueden emplear para aliviar los pies hinchados y también puede resultar beneficiosa en la curación de las heridas, en sustitución del alcohol o el agua oxigenada.
Las aftas bucales son un problema muy común que con frecuencia se intenta tratar con medicamentos, incluso antibióticos, así como con diferentes preparados farmacéuticos. Sin embargo, un remedio muy útil para curarlas son los enjuagues de agua con sal después de cada cepillado. Si se realizan 3 veces al día, se podrá comprobar que las aftas se curarán de forma más rápida.
La sal puede ser una gran aliada en el cuidado de los ojos, especialmente cuando lucen cansados, hinchados e inflamados. Con este fin se pueden aplicar sobre ellos compresas de agua con sal durante varios minutos.
De acuerdo a la opinión de especialistas, hacer enjuagues bucales con sal, al menos una vez al día, puede ayudar no sólo a curar, sino también a prevenir el riesgo de contraer infecciones de las vías respiratorias.
Los gargarismos de agua con sal ayudan a fluidificar las secreciones y a eliminar el exceso de líquido de los tejidos inflamados de la garganta, aliviando de esta forma el dolor. Además, la sal ayuda a reducir otros síntomas como la congestión y la tos.
Por su parte, los enjuagues bucales de agua con sal son un remedio muy útil para aliviar el dolor de muelas, la inflamación de las encías y el mal aliento.
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