Los errores programáticos como causa de reacciones adversas postvacunales

2 de febrero de 2022

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Diana García García

 

 

Un aspecto muy importante a tener en cuenta en relación a las reacciones adversas postvacunales son los “errores programáticos”, los cuales son actitudes o procedimientos que no cumplen con las normas establecidas para el transporte, almacenamiento, dispensación, preparación y aplicación de las vacunas y que solos o en conjunto, pueden generar eventos adversos potencialmente graves para la salud de las personas vacunadas.

Entre estos errores se encuentran la dosificación inadecuada, la vía incorrecta de administración, el uso inseguro y manipulación inadecuada de la vacuna, la falta de verificación del empaque que garantice su esterilidad, la preparación inadecuada de la vacuna, la sustitución de vacunas o diluyentes por medicamentos u otros productos, la contaminación de la vacuna o del diluyente, el almacenamiento incorrecto de las vacunas y el uso después de la fecha de caducidad.

Las vacunas tienen entre sus componentes, líquidos de suspensión, preservantes, estabilizadores, antibióticos y adyuvantes. Estos constituyentes las hacen más estables e inmunogénicas, pero también pueden ser responsables de reacciones adversas.

La cadena de frío es el proceso logístico de conservación estable y controlado, a temperaturas adecuadas, durante el manejo, transporte y distribución de las vacunas, que permite que conserven la eficacia y efectividad desde que salen del laboratorio productor hasta el momento de su aplicación.

En el mantenimiento de la cadena de frío, la temperatura y el tiempo constituyen dos factores importantes. A mayor aumento de uno o de otro, mayor deterioro del material biológico.

La potencia de una vacuna que se ha perdido por exposición al calor o al frío inadecuado no se recupera por almacenarla nuevamente a la temperatura correcta.

Así mismo, las características organolépticas de las vacunas no varían por los cambios de temperatura ni por colocarlas a temperaturas que no corresponden. Lamentablemente no hay signos externos que adviertan sobre la pérdida de la potencia y solamente puede detectarse que ha existido congelación en los productos adsorbidos al realizarles una prueba conocida como test de agitación. Por este motivo resulta sumamente importante garantizar la cadena de frío de las vacunas hasta el propio instante de la inmunización.