Las sales de rehidratación oral
7 de abril de 2020
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La deshidratación es una de las principales complicaciones de la diarrea. Para contrarrestarla es muy importante garantizar la reposición de los líquidos y nutrientes corporales que se pierden en las deposiciones.
Las sales de rehidratación oral son un compuesto de sales que se administra en casos de deshidratación. Su distribución ha sido promocionada por la Organización Mundial de la Salud, principalmente en países pobres donde la infraestructura higiénica y sanitaria es deficiente.
Normalmente las sales de rehidratación oral se presentan en sobres individuales, cuyo contenido debe disolverse en un litro de agua. Numerosos países han adoptado la medida de distribuirlas gratuitamente entre sus habitantes, principalmente en aquellos en que la deshidratación figura entre las mayores causas de muerte en niños menores de cinco años, al ser las sales de rehidratación oral la manera más sencilla, efectiva y económica de controlar la mortalidad infantil durante episodios severos de diarrea.
Los sobres de sales rehidratantes, independientemente de su fabricante, contienen 3,5 g de cloruro de sodio, 2,5 g de bicarbonato de sodio ó 2,9 g de citrato trisódico dihidrato, 1,5 g de cloruro de potasio y 20 g de glucosa anhidra.
La preparación de las sales de rehidratación oral se realiza mediante un procedimiento sencillo. Se debe colocar el contenido de un sobre en un recipiente limpio y utilizar agua previamente hervida. Es necesario leer las instrucciones que aparecen en el sobre y verter la cantidad correcta de agua, ya que añadir una cantidad inferior a la indicada puede agravar la diarrea.
Una advertencia muy importante es usar únicamente agua para disolver las sales. Esta nunca debe sustituirse por ningún otro líquido como leche, sopa, jugo de fruta o bebidas carbonatadas. Igualmente, tampoco deberá añadirse azúcar.
Al administrar la solución de sales, es importante hacer que el niño beba la mayor cantidad posible. Un niño menor de 2 años necesita beber entre 1 cuarto y media taza después de cada deposición acuosa y los mayores de 2 años de media a 1 taza de solución.
A decir de expertos de la OMS, lo más destacable de las sales de rehidratación oral es su eficacia semejante en el tratamiento de las diarreas infantiles en regiones disímiles del planeta. De ahí que, por su importante papel en el control de la deshidratación, estas no deben faltar en el botiquín familiar, especialmente cuando hay niños pequeños en el hogar.
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