La fruta de los sabios
20 de octubre de 2020
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Desde los albores de la humanidad, se adjudicaron poderes mágicos a algunas plantas. El desconocimiento daba respuesta a las buenas o malas consecuencias de una selección de raíces y frutos, consumidas en la alimentación. Es de imaginar cuantas intoxicaciones y envenenamientos se sucedieron en aquellos estadios primitivos.
Esas experiencias marcaron, paulatinamente, los beneficios de tal o más cual planta, en los incipientes criterios de los más observadores. Fracasos o aciertos, acumularon experiencias, que con el paso del tiempo, cimentó sabiduría empírica, punto de partida para el desarrollo de la ciencia.
No estuvieron exentos mitos y leyendas, que en algunos casos, estigmatizaron muchas especies, y en otras, establecieron valores omnímodos, que el desarrollo científico se ocupó de delimitar.
Hay una fruta tropical que salió airosa de todas las pruebas, y que sigue ocupando la preferencia en su consumo. Me refiero al plátano.
Según una antigua leyenda, los filósofos hindúes meditaban bajo la sombra de un platanal, mientras comían su fruto, que para ellos constituía una especie de símbolo de la fecundidad y prosperidad.
Por su parte, árabes y griegos definían la planta como “Árbol frutal extraordinario”, uniendo quizás a su valor nutritivo, la facilidad de su siembra y cultivo.
Miles de años después, la ciencia sigue elogiando las propiedades del plátano considerado fruta tropical por excelencia, al unir minerales y vitaminas a su agradable sabor, convirtiéndola en alimento indispensable en cualquier dieta, tanto para la diabetes como para el adelgazamiento.
Es una de las frutas más consumidas en el mundo, y compiten entre las más sanas para el organismo humano. Si destacamos su componente vitamínico, cuenta con los beneficios de las vitaminas C, B6 y minerales esenciales, entre ellos, el potasio. Este último, lo define como alimento ideal para quienes desarrollan fuertes actividades físicas, como niños y deportistas. Los médicos recomiendan incluir en la dieta una pieza al día, sobre todo, a los ancianos.
Al ser rico en potasio y pobre en sodio, el plátano es un alimento adecuado en casos de hipertensión. Sus azúcares se absorben lentamente, sin provocar una subida rápida de los niveles de glucosa en sangre. El contenido en fibra soluble hace del plátano un alimento muy útil para regular el nivel de colesterol y el estreñimiento.
Esta planta originaria de Asia, baja en calorías –tan solo posee unas (80 kcal/100 g), otra razón para su extensión por una amplia geografía del planeta.
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