La dicha de vivir
18 de julio de 2017
|
El cáncer del cuello del útero, constituye una de las localizaciones más frecuentes de incidencias y mortalidad por cáncer en el sexo femenino en casi todo el mundo. En Cuba constituye la principal causa de muerte entre los treinta y cinco y sesenta y cuatro años de edad.
Ella no quería leer más. Estaba aterrada, dejando pasar el tiempo, tratando de evadir la realidad. Esperando que ese dolor intenso, profundo, desapareciera “por arte de magia”. Miraba a sus tres hijos pequeños y se repetía mentalmente: “¿Cómo me puede ocurrir esto a mí?”
En los países industrializados ocupan los primeros lugares el cáncer de mama, pulmón y colon, entre otros. Sin embargo, el cáncer invasor del cuello del útero es la causa más frecuente de muerte en las mujeres de los países en desarrollo, y sus tasas de incidencia en la región de América Latina y el Caribe se encuentra entre las más altas del mundo.
El dolor “en los riñones”, en “el bajo vientre” como ella calificaba, se extendía ahora por los muslos, las piernas. Limitaba su andar, y le daba el aspecto de una persona muy cansada. Había intentado callar ante su esposo para continuar su vida sexual, pero ya no le era posible disimular.
El diagnóstico precoz de lesiones premalignas y del cáncer cervicouterino, permite mantener la salud y la capacidad de trabajo de la mujer, con medidas organizativas y el perfeccionamiento de los métodos de diagnóstico precoz de este tipo de neoplasia.
El reconocimiento en la consulta de ginecología lo detectó de inmediato en el cuello del útero, y comenzaron las investigaciones. Sus temores no fueron infundados. Tenían que intervenir urgentemente para evitar la propagación del mal.
El Ministerio de Salud Pública de Cuba, desarrolla desde 1967 un programa para el diagnóstico precoz del cáncer cervicouterino. Su objetivo general es disminuir la mortalidad y conocer la morbilidad de dicha enfermedad, con la detección precoz en su estadio clínico, lo que posibilita terapias eficaces.
A pesar de todo el sufrimiento mantenido, ocultando a la familia sus temores, llegaba ahora al quirófano tranquila, llena de optimismo, confiada en esos médicos que le habían explicado lo incipiente del proceso, por la rapidez con que acudió al hospital.
La distribución geográfica de este cáncer se relaciona con algunos factores del medio ambiente y estilo de vida, como relaciones sexuales tempranas, multiparidad, higiene inadecuada, niveles socioeconómicos y educacional bajos, uso prolongado de anticonceptivos orales, dieta, tabaquismo y comportamiento sexual inadecuado (promiscuidad) en ambos sexos.
Aquella mañana, el espejo le devolvió un rostro fresco, con inevitable expresión de alegría. Tan solo un mes había pasado de aquella angustiosa situación. Era una mujer nueva y sana. Miró el reloj y cogió la cartera. Reanudaba la faena cotidiana: los niños a la escuela, y ella, al trabajo. Abrió la puerta y sintió, más que nunca, la dicha de vivir.
Galería de Imágenes
Comentarios
