Herpes Simple

2 de marzo de 2022

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Cecilia Garcia

 

 

La infección por herpes simple puede deberse al virus tipo 1 (VHS1) o el tipo 2 (VHS2), los dos se transmiten al contacto con la lesión, el 1 suele aparecer en la boca y sus alrededores, y el 2 en genitales, ano, parte interior de los mulos y otras partes en dependencia de la práctica sexual que se haya tenido en la relación infectante aunque pueden intercambiarse por sexo oral. Este tipo de infección es más común de lo que se piensa, según datos de la OMS millones de adultos y jóvenes sexualmente activos padecen la infección del virus tipo 2, lo cual resulta un verdadero problema teniendo en cuenta que no es curable, si bien es cierto que existen tratamientos que pueden atenuar el padecimiento.

Los síntomas más comunes de la infección aparecen generalmente entre los 4 y 7 días después de haber contraído el virus y se caracterizan por unas vesículas o úlceras (llagas) en el lugar por donde ha penetrado el virus, o sea genitales, ano, testículos en el caso del VHS2 y boca o alrededores de la misma en el caso del VHS1, pueden aparecer también malestar general, fiebre, dolores articulares e inflamación en los ganglios linfáticos. Pasados cinco a siete días la lesión desaparece al igual que los síntomas por lo que es importante acudir al especialista cuando está activo para que se pueda hacer un buen diagnóstico y poner tratamiento, debemos recordar que en ningún caso es bueno automedicarse para evitar que se complique la lesión.

En el caso del tipo 2 las mujeres embarazadas deben informarlo al obstetra porque de estar activo en el momento del parto podría pasar al bebé si la lesión se encuentra en el canal. El riesgo de transmitir el herpes al bebé puede aumentar si se contrae la infección durante el embarazo.

La infección por el VHS es tratada con retrovirales pero debemos recordar que no es curable y aunque se aprende a convivir con ella lo mejor es no infectarse, esto solo podemos lograrlo con una sexualidad responsable y el uso del condón o preservativo en las relaciones sexuales. En caso de padecerlo lo mejor es decirlo a nuestra pareja sexual.

De cualquier modo en caso de manifestar síntomas que nos hagan pensar que estamos en presencia de un VHS lo mejor es acudir a un profesional.