El necesario toque verde en los cuidados de la salud
20 de julio de 2021
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En los distintos ecosistemas del planeta, las plantas juegan un papel fundamental. Ellas producen oxígeno, absorben dióxido de carbono, retienen el suelo y la humedad, ayudan a regular las temperaturas, además de que contribuyen a formar entornos bellos y llenos de vida.
En lo que respecta al ser humano, las plantas son una fuente indispensable de nutrientes, aprovechada tanto para la alimentación de las personas como de los animales.
Con fines medicinales, el uso de las plantas data desde tiempos prehistóricos, ya que gracias a nuestra capacidad de observación y comprensión de patrones, las distintas culturas humanas fueron reconociendo en las plantas capacidades curativas.
Este proceso de aprendizaje, que se mantuvo a través del tiempo, permitió demostrar que las propiedades medicinales de las plantas se deben a compuestos químicos llamados principios activos, que actúan de manera específica en el organismo y a partir de muchos de ellos, la ciencia ha logrado identificar, aislar, sintetizar y producir similares sintéticos que son la base de los medicamentos modernos.
Existen infinidad de plantas que tienen usos medicinales. Muchas de ellas se encuentran en nuestro mismo entorno y a nuestro alcance. Sin embargo, no todos son conscientes de todos los beneficios que cada una de ellas pueden aportar.
Por ejemplo, el romero, cuyo nombre científico es rosmarinus officinalis, es una planta a la que se le atribuyen propiedades estimulantes, aperitivas y digestivas, actuando tanto como colerético sobre el hígado, como colagogo en la secreción de la vesícula biliar. Su contenido en aceite esencial le confiere una acción tónica y estimulante sobre el sistema nervioso y circulatorio y posee una ligera cualidad emenagoga. Usado externamente es antiséptico, analgésico, cicatrizante y estimulante del cuero cabelludo.
Para aprovechar sus propiedades digestivas el romero puede utilizarse en forma de tisana, en forma de decocción para aplicar en afecciones de la piel y sus hojas, tanto frescas como secas, se pueden emplear en la preparación de asados, guisos, sofritos, sopas y salsas, a los que proporciona un aroma muy particular.
El del romero es solo un ejemplo, pero este puede verse multiplicado en las restantes variedades de plantas que existen en nuestro habitat y que son una alternativa a considerar si nos decantamos por darle un toque verde a nuestra salud, en lugar de recurrir al uso no autorizado de medicamentos, con todos los riesgos que esto conlleva.
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