Conocido enemigo
4 de mayo de 2020
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El cáncer de pulmón es responsable de elevados índices de mortalidad oncológica a escala mundial, tanto en hombres como en mujeres.
Continuamente los científicos alertan sobre los factores de riesgo para esa enfermedad, no obstante, cuando se establece el diagnóstico, el tumor se encuentra ya en un estadio avanzado, con diseminación a órganos distantes.
Son varios los tipos de cáncer, pero el que más se repite es el que afecta al pulmón; cada uno presenta un comportamiento diferente que guardan relación con las alteraciones genéticas, celulares y moleculares, inherentes a cada tumor.
No quedan dudas en el ámbito científico de que el tabaquismo es un factor causal en el cáncer de pulmón y se le atribuyen entre el 87 y 90 % en esta localización. Es uno de los pocos procesos neoplásicos cuyo agente causal principal se conoce.
También influye en su aparición largas exposiciones a sustancias como: asbesto, níquel, zinc, entre otros. La vía principal de ingreso al organismo es la inhalación. Pero, no se puede marginar que su presencia, además, está relacionada con otras enfermedades pulmonares y antecedentes familiares de cáncer.
Los síntomas y signos principales que alertan de su presencia en pulmones, fundamentalmente es la tos, con manifestaciones –o no– de expectoración, ronquera (disfonía), dolor en el tórax, y falta de aire. Por supuesto, el diagnóstico requiere múltiples investigaciones.
Lo más lamentable, es que no todas las personas acuden con prontitud al médico ante las primeras manifestaciones de alerta.
Muchas vidas se podrían salvar con la adecuada percepción del riesgo y, entre ellos, evitar la adicción de fumar.
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