Atención de las ampollas

9 de noviembre de 2021

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Diana García García

 

 

Las ampollas se forman por la acumulación de líquido transparente en la capa externa de la piel llamada epidermis, que aparece como una forma de defensa del organismo frente a la fricción provocada por distintos agentes externos como: el calzado, el calor o las quemaduras.

Aunque su formación es más habitual en los pies, las ampollas también pueden aparecer en las manos. Por lo general su aparición se hace notar al comenzar a sentir un calor intenso en la zona, enrojecimiento y ablandamiento de la piel.

Las ampollas deben curarse, para esto se deben limpiar con agua y jabón, secar bien la zona de la ampolla con gasas o un paño limpio y desinfectar con alguna solución antiséptica tópica o en su defecto con suero fisiológico. Por ultimo, se debe cubrir el área afectada con una gasa o un apósito, tratando de que ninguna zona del adhesivo del apósito caiga sobre la ampolla.

Una duda muy frecuente en relación al cuidado de las ampollas es si estas deben abrirse, pero esto solo debe hacerse en caso de que sean demasiado grandes e impidan caminar.

Lo correcto para hacerlo es drenarlas, cuidando de no pellizcarlas con las manos y limpiarlas del modo indicado. Tampoco se debe retirar la piel de las ampollas. En caso de que la ampolla haya sido ocasionada por un calzado, es recomendable evitar continuar usándolo hasta que la lesión se cure.

Dado que la aparición de las ampollas es una condición que genera mucha molestia y ocasiona dificultades a la hora de usar calzado y caminar, es muy importante tener prevenir su aparición.

Para ello se recomienda usar un calzado adecuado para la actividad que se va a realizar, elegir la talla de calzado correcta, mantener una buena hidratación de los pies, seguir una higiene diaria de los pies correcta y secarlos muy bien después de la ducha para evitar humedad en la zona, evitar las arrugas en las medias y usar medias de tejidos suaves y transpirables preferentemente.