Aromas para Curar
9 de abril de 2019
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La génesis del perfume se pierde en el tiempo. Algunos lo sitúan en los inicios de la Edad de Piedra, cuando se incineraban maderas aromáticas como ofrendas a los dioses. Aquel humo escapado se llamó perfumun, y dio origen al vocablo actual.
Tampoco hay indicios de esos rituales olorosos en los aborígenes cubanos, a diferencia de los esclavos africanos si dominaban el uso de fuertes fragancias, en sus prácticas religiosas.
Pero, ahora, con un gran salto en el tiempo, ubiquémonos en Mercaderes 156 esquina a Obrapía, en el Centro Histórico de la Ciudad. Justo aquí se levanta Habana 1790, un lugar para embriagar el olfato, y conocer además, los secretos de esa tradición perfumística, tanto cubana como foránea. Oloroso rincón de la vieja ciudad, donde a capricho puede escoger la fragancia que prefiera…
Pero, hay más, porque suma a su exquisitez, los poderes agregados de la Aromaterapia, válida para incorporar a su piel o a su cabello, la esencia que caracterizará su personalidad. No, no desvarío. El cuerpo absorbe los el aroma, y una fuerza nueva comienza en su organismo el proceso de curación.
Miren, les hablo de medicina alternativa. Del uso terapéutico de aceites esenciales extraídos de las plantas, cuyos efectos curativos son conocidos desde la antigüedad. ¡Como que los antiguos egipcios los usaban en cosméticos y medicinas; También para purificar el aire y como conservantes en la momificación. Nada, que las plantas aromáticas se utilizaban con fines medicinales en la antigua Grecia, Roma, China, India y en el resto de Europa, hasta que fueron reemplazadas por fármacos a finales del siglo IXX.
La aromaterapia, en fin, es idónea en el tratamiento dermatológico, como heridas y quemaduras; problemas respiratorios, digamos, catarros, tos y sinusitis; dolores musculares, artritis, reumatismo, cefalea, migraña; y ni que decir de las consecuencias del estrés, el insomnio, la ansiedad y la depresión.
Y entérese, entre los aceites esenciales que se emplean con mayor frecuencia en aromaterapia son el de lavanda, (para dolores de cabeza, estados de estrés e insomnio y como primer auxilio en cortes, quemaduras y picaduras de insectos); el de eucalipto, inmejorable para los resfriados y la tos; y el de menta, se usa como estimulante y para combatir las nauseas y el mareo.
Dicen los homeópatas que cuando se inhalan las moléculas del aceite estimulan los receptores olfativos del cerebro que, a su vez, provocan una respuesta en las áreas cerebrales que regulan el ritmo del corazón, la presión sanguínea, la respiración, la memoria, los niveles de estrés y hasta el equilibrio hormonal.
Y por ultimo, quiero advertirles que en la red hospitalaria del país, el servicio de Medicina Natural y Tradicional ofrece el servicio de aromaterapia, gratuitamente, como es habitual, en el sistema nacional de salud.
Ya saben, busque su perfume, marque con su presencia, y mientras tanto, mejore su salud.
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