San Cristóbal: para descubrir más que una ciudad, un país

10 de junio de 2021

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Maria Karla Villar Mora

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Agencia de Viajes San Cristóbal, Cuba, Cultura, Oficina del Historiador de La Habana, Orlando Ramos, Patrimonio, Turismo responsable

 

Fotos tomadas del perfil de Facebook de Orlando Ramos Blanco y Agencia de Viajes San Cristóbal

 

 

 

Hacia el año 1995, momento de grandes desafíos para la economía cubana y todas las aristas de la sociedad, el Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, materializó la idea de crear una entidad especializada en el turismo histórico, patrimonial y cultural cubano.

Dentro del gran entramado de instituciones turísticas que coexisten en el gran archipiélago caribeño, fundó la Agencia de Viajes San Cristóbal con el objetivo de desarrollar ese turismo, pero que “fuera fiel al espíritu del patrimonio que enarbolaba la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), y funcionara como lazo de comunicación de la institución con el mundo para la interpretación a los visitantes extranjeros y nacionales de toda la maravilla del patrimonio cultural de la nación cubana”, así lo afirmó su director, Orlando Ramos, en entrevista exclusiva con Habana Radio.

“Esa, quizás, sea la especificidad más importante de San Cristóbal: que dentro de todo un sistema turístico nacional donde prevalecen receptivos que se dedican a otras modalidades, fundamentalmente de sol y playa, esta agencia tiene una oferta turística especializada que apuesta por resaltar el valor del patrimonio cultural, a partir de la premisa de que el patrimonio puede generar sus propios recursos para contribuir a su restauración, a su rehabilitación”.

Tras varios años consolidándose como proyecto hasta ser reconocida como “la agencia de la Oficina del Historiador”, San Cristóbal se suma a uno de los principales resultados nacionales que emprendió Leal para extender la obra rehabilitadora desarrollada en la capital cubana y así contribuir a garantizar la salvaguarda del inmenso valor patrimonial que conserva el territorio cubano: la creación de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades patrimoniales de Cuba.

Mediante resolución, y por su condición de Presidente de la Red, Leal nombró a San Cristóbal como el receptivo oficial de la misma. “Esto, por supuesto, le ofrece a la agencia grandísimas oportunidades desde el punto de vista de los productos turísticos que enriquecen su carpeta y que permiten combinar las bondades del patrimonio que se atesora en la capital con las del resto de las ciudades patrimoniales”.

 

 

La empresa cuenta con el primer centro de información al visitante establecido en el país, ubicado en una de las más céntricas entradas de los transeúntes a la parte de mayor valor patrimonial de la ciudad, en el antiguo edificio de Prácticos del Puerto, muy cerca de la Plaza de Armas.

En esta, como en otras instalaciones de la Agencia de Viajes tanto físicas como en plataformas digitales, las ofertas turísticas se acompañan de toda la programación cultural de la Oficina del Historiador en la capital, que permiten “ofrecer una experiencia que combina la riqueza cultural de la vida habanera con lo que se produce a nivel de ciudades patrimoniales cubanas”.

 

 

“Por ejemplo –continuó Orlando Ramos–, nos permite brindarle a los viajeros nacionales (en condiciones de normalidad) viajes a las instalaciones hoteleras enclavadas en los centros turísticos de sol y playa; pero también tener visitas especializadas a las ciudades que son Patrimonio Cultural de la Humanidad y que ostentan en muchos casos ser Monumentos Nacionales”. Para los turistas internacionales la oferta de San Cristóbal se basa en combinar el destino La Habana con las zonas de amortiguamiento de los centros históricos del resto de las ciudades patrimoniales de la isla, y también con Reservas de la Biosfera y Parques Naturales. Es decir, colocamos el patrimonio cultural, pero también el natural”.

El director de la Agencia de Viajes San Cristóbal, quien es un amplio conocedor de la esfera turística, reconocido por la gestión que ha realizado en su desempeño profesional, advierte durante este diálogo el gran impacto que ha ocasionado al sector turístico mundial la crisis sanitaria generada por la COVID-19. “Constituye un fenómeno disruptivo que marca un antes y un después en la forma de hacer turismo en Cuba y a nivel internacional. La pandemia ha aportado esas cifras lamentables que convirtieron el 2020 en el peor año para el turismo internacional”, agregó.

 

 

Cifras aportadas por la Organización Mundial del Turismo y el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, permiten corroborar que a partir de una drástica caída de las llegadas internacionales a un 74%, un aproximado de 104 millones de puestos de trabajo han sido afectados en el sector turístico global. Mientras, en términos cualitativos, el especialista destaca como una de las principales consecuencias “la pérdida de confianza en los destinos, la bioseguridad y la percepción de los viajeros”.

En este contexto, en un país como Cuba donde una de las principales fuentes económicas proviene de los ingresos generados por el sector turístico, “la peor de las opciones hubiese sido optar por la inacción; todo lo contrario, los gobiernos internacionales, el cubano y el Ministerio de Cultura han seguido apostando por la capacidad dinamizadora que tiene el turismo para generar desarrollo sostenible en los destinos”.

 

 

Fue el 2020 un año de resistencia para la humanidad. Tanto las personas naturales como las jurídicas tuvieron que “repensarse y buscar alternativas que permitieran, con las propias capacidades, mitigar ese impacto de la crisis, gestionar la recuperación y preservar los recursos humanos”, refiere Orlando Ramos.

La agencia turística que dirige, no quedó exenta. Hubo que divisar “principales líneas de actuación y replantearse objetivos de trabajo: establecer nuevas prioridades, reformular los documentos de desarrollo estratégico (incluida la estrategia de exportación de servicios), e implementar alternativas que permitieran garantizar la vitalidad de la Empresa en un momento en que los niveles de cancelaciones eran abrumadores y no habían facturaciones mensuales al tiempo que se mantenían un cúmulo de gastos fijos”.

 

 

Orlando Ramos admite con orgullo que gracias a su laborioso equipo de trabajo, integrado en su gran mayoría por jóvenes talentosos, San Cristóbal pudo repensar “las maneras en que podían potenciar las ventas al mercado interno, incluso conociendo todas las restricciones: aforo limitado en las instituciones culturales, capacidades inferiores en las instalaciones turísticas, restricciones a la movilidad nacional, menor cantidad de hoteles abiertos durante la pandemia, etc.”

“Todo ello obligó a que fuéramos más intencionados a la hora de buscar otras alternativas –explica el directivo– y por ahí aparecieron el diseño de otras líneas de negocio. Algunas de estas maduraron con más velocidad que otras, pero una que fue muy importante consiste en la toma de acuerdos de colaboración con prestadores de la gestión no estatal, así logramos ubicar puntos de información y venta en algunos establecimientos de probada demanda de clientes cubanos resultando en el incremento de nuestras ventas”, y por tanto de los ingresos.

 

 

Cumpliendo con su principal premisa, la Agencia de Viajes San Cristóbal ha sabido innovar en su gestión, también en tiempos de pandemia. En un año caracterizado por el decrecimiento del turismo y sus fuertes implicaciones para la economía de los países, la empresa cubana ha logrado superar sus pronósticos de ingresos en un 34 %, pese a la condición de insularidad de Cuba y la considerable reducción de la llegada de visitantes foráneos.

Ha sido posible gracias a las novedosas formas que ha implementado San Cristóbal para, desde la comunicación, diversificar sus servicios y continuar posicionado a Cuba como un destino turístico cultural, seguro y atractivo.

“Realizamos una serie de campañas de promoción, de comunicación, incluso de marketing digital –explica Ramos– que realmente apostaban por salvar el turismo, por demostrar la vigencia de la sostenibilidad de la Oficina del Historiador aun en tiempos de pandemia, por demostrar que la Agencia seguía viva y que seguíamos trabajando. Colocamos algunos recorridos virtuales para que los guías volvieran a restablecer contactos con nuestros clientes fidelizados. Logramos también mantener un diálogo mediante correo electrónico, mediante redes sociales con los principales clientes de San Cristóbal que siguen apostando por la empresa, por el producto nuestro”.

 

 

“Otro logro muy meritorio –destaca el directivo– yo creo que fue el haber revisado la estrategia de desarrollo corporativo y también alistar toda una carpeta de productos  basada en la diversificación de aquellos que conformaban la habitual; es decir, logramos adaptar en primer lugar los productos estrella de San Cristóbal a las condiciones de esa «nueva normalidad» que todavía hoy no hemos vivido, en base a cambios de horarios que evitaran las aglomeraciones públicas durante el día, colocar más visitas en zonas al aire libre fundamentalmente las de amortiguamiento de las ciudades patrimoniales”.

Teniendo en cuenta que el turismo que proporciona la Agencia es fundamentalmente de ciudad, de carácter histórico-patrimonial, “una de las modalidades más afectadas y de peores pronósticos de recuperación”; San Cristóbal ya se ha preparado para incluir de forma auténtica “las modalidades de sol y playa, así como la de naturaleza, las cuales se esperan sean las que primero se recuperen, cuando las condiciones sanitarias lo permitan”.

La gestión e innovación de servicios turísticos especializados en el ámbito histórico-cultural, que ha desarrollado durante más de 20 años la Agencia de Viajes San Cristóbal, son visibles. Así lo demuestra el reconocimiento especial que le ha otorgado la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana a la institución habanera adscrita a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, especialmente a su director, por los aportes académicos que también han brindado a la formación de profesionales del sector turístico nacional.

 

 

Destaca, además, por “sus contribuciones discretas, pero sí muy pensadas y serias con relación al desarrollo del turismo accesible, inclusivo e inteligente dentro del Centro Histórico de La Habana”, impulsado con mayor fuerzas durante 2020. Dicha modalidad se enfoca “en el empleo de nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones para la guía turística”. En este sentido, la OHCH trabaja actualmente “en el desarrollo de aplicaciones propias e inclusivas para la comunidad sorda, con la incorporación de determinadas excursiones opcionales para las personas con discapacidad visual”.

 

 

Se deben a dos proyectos que desarrolla la Dirección de Cooperación Internacional de la OHCH y que ha contado de forma directa con el asesoramiento de la prestigiosa Agencia de Viajes para convertir a la capital cubana en ciudad accesible y ciudad inteligente, “lo que se traduce en términos del sector turístico como «destino accesible y destino inteligente»”.

“En realidad estos son dos proyectos en los que San Cristóbal es beneficiario y al mismo tiempo participante –destaca Ramos– y aporta determinadas contribuciones porque a mediano y a largo plazo fortalecerán las ventajas comparativas y la competitividad del Centro Histórico habanero como destino turístico más demandado entre los viajeros internacionales”. Por tanto, son proyectos que “contribuirán a que la parte más antigua de la ciudad se sostenga y se mantenga como destino turístico opcional de mayor preferencia entre los visitantes internacionales”.

 

 

Es la agencia de viajes San Cristóbal, una pionera y de referencia nacional en la modalidad del turismo histórico-cultural y patrimonial en Cuba, que labora en estos difíciles tiempos de aparente inacción en el sector turístico, para incrementar sus servicios en función de ofrecer a visitantes nacionales y foráneos, una experiencia de viaje impresionante descubriendo no solo sitios admirables y lúdicos que distinguen al destino Cuba, sino un país con una extraordinaria riqueza cultural y patrimonial.