Más de cinco años de trabajo en pos del desarrollo sociocultural y la integración de la comunidad Sorda de La Habana. IV

11 de abril de 2014

Por Yalena Gispert y Gladys González

Pruebas pilotos de cada una de las acciones que definieron la puesta en marcha de la propuesta.

• La enseñanza de la Lengua de Señas Cubana (LSC)

Con la convicción de que la inclusión de la Lengua de Señas en los más diversos ámbitos de la vida pública y social contribuye a su legitimación y divulgación dentro de la comunidad mayoritaria, la comunidad oyente, Cultura entre las manos asume que uno de los primeros instrumentos que garantizan la mejor comunicación del patrimonio a la comunidad, en todos los espacios de encuentros que se propuso propiciar el proyecto, es sin dudas la enseñanza de la Lengua de Señas Cubana con fines culturales para principiantes, impartida por los usuarios de la lengua, los Instructores Sordos capacitados por la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC), y asesorados por los profesores de la Licenciatura en Interpretación de la Lengua de Señas. Posición de Cultura entre las manos que se adapta plenamente a las recomendaciones de la UNESCO en relación con las personas mejor calificadas y más idóneas para enseñar Lengua de Señas: los propios Sordos.
Con la colaboración de los especialistas de la Licenciatura, nacida del interés de la comunidad Sorda en promover y extender el estudio de su lengua, el plan Facultativo de Lengua de Señas Cubana para principiantes es aplicado en nuestros cursos. Método que está sujeto a cambios en lo que se refiere a vocabulario y funciones comunicativas, al tener en cuenta los objetivos del proyecto.
De ese modo, Cultura entre las manos ofrece las herramientas fundamentales para una comunicación básica a través de las clases de Lengua de Señas iniciadas el 2 de abril de 2008, mediante un curso concebido en dos niveles, con un tiempo de duración de tres meses cada uno, y una vez por semana.
La convocatoria fue anunciada también a través de las frecuencias de Habana Radio y los canales convencionales de la Asociación de Sordos de Cuba, a modo de invitación abierta. Se alcanzó así una masiva concurrencia de personas de disímiles municipios de La Habana (alrededor de 100) por lo que los organizadores decidieron abrir a la vez cursos con este fin en los diferentes sitios de residencia de los interesados.
Para dar inicio a las clases se eligió como sede de ese espacio educativo a la Casa Víctor Hugo, consagrada a la cultura francesa en el Centro Histórico de La Habana. Adscripta a la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador, fue seleccionada por su tradición pedagógica y por la relación especial que existe entre la Lengua de Señas y la nación francesa desde sus orígenes, lo cual ha influido profundamente en su desarrollo y magnificencia.
Así, se rinde culto a las personalidades francesas que fundaron una enseñanza de gran sentido humanista y de gran utilidad para la comunidad Sorda. Si se toma en cuenta que la Casa Víctor Hugo es un espacio al que asisten las personas con la concepción de aprender una lengua, la francesa, se puede concluir que de esa manera se podría elevar el estatus de esta otra, la Lengua de Señas, por mucho tiempo relegada. Se retomaría entonces el camino fundacional de L´Epée, rindiendo culto merecido a las personalidades de la Lengua de Señas.
Hoy Cultura entre las manos cuenta con dos cursos culminados y un tercero recomenzado en el nivel dos.

Desde finalizado el primer curso, en aras de responder al interés de contribuir con la enseñanza y aprendizaje de la lengua de señas con fines específicos (culturales-patrimoniales), se añadió un nivel más, o sea se incluyó un tercero como resultado de la búsqueda de un momento otro para el intercambio de los alumnos con personas Sordas de diferentes niveles de desarrollo de la Lengua de Señas y de los Sordos con cada una de las especialidades de los cursos: Museólogos, Bibliotecarios, etc. y hoy por hoy son dirigidos a especialistas de la Oficina del Historiador. Los dos primeros niveles se sustentan en el programa de la ANSOC.