Vigías del patrimonio, por el bien de la colectividad

6 de marzo de 2015

|

Ofelia Sandar Valles

|

Capitolio Nacional, Eusebio Leal Spengler, Oficina del Historiador de La Habana, Plan Maestro

“Involucrar a los habitantes, en el apoyo al reordenamiento vial y cuidado del patrimonio en la Habana Vieja es una idea desde hace mucho tiempo del Historiador de la Ciudad”, nos comentó en exclusiva para Habana Radio, Patricia Rodríguez Alomá, Directora del Plan Maestro de la Oficina.

La iniciativa- que este año se pondrá en práctica en el Centro Histórico habanero,-comentó Rodríguez Aloma -consiste en involucrar a la ciudadanía, a esas fuerzas vivas que están en los barrios, a esos delegados de circunscripción, a esos vecinos, a esos líderes informales, en el apoyo al reordenamiento vial y cuidado del patrimonio en la Habana Vieja.
“Es decir, aunque existen en el territorio instituciones cuya obligación es velar por el orden público, percibir, multar si es necesario, nosotros le damos mucha importancia al tema de la prevención”, asegura Patricia.
“En el último trimestre del pasado año hicimos un ejercicio en el Consejo Popular Catedral definiendo diagnósticos con la ciudadanía en cada una de las circunscripciones, precisando hacia dónde dirigirnos. Fue un ejercicio extraordinario. Percibimos que las personas quieren apoyar y hay un material humano excelente. Ellos se comprometen, se implican. Afortunadamente contamos con ciudadanos con un nivel de instrucción, y en algunos casos de cultura elevada que son capaces de comprender esos procesos y de sumarse. Es fundamental porque esas fuerzas que nos faltan a nosotros, están ahí en los barrios”.

¿Por qué quitar el parqueo de los boteros frente al Capitolio? ¿Por qué la solución a corto plazo es la eliminación de las paradas en esa zona?

Estas y otras interrogantes vinculadas con el reordenamiento vial y conservación del patrimonio en la Habana Vieja no encuentran repuestas en los ciudadanos.
Sin embargo, la Directora del Plan Maestro nos explica la causa de estas medidas. “Si vamos al pasado en esa zona del Capitolio existía como una especie de continuidad del Prado hasta la fuente de la India Habana y un paseo arbolado que aspiramos recuperar”.
“Todo lo que implique incorporar espacio público, todo lo que sea beneficiar al peatón, al ciudadano, al paseo, a la familia, al medio ambiente, lo vamos a privilegiar por encima de determinados usos mono funcionales, por ejemplo áreas solo para parqueos públicos, no puede ser. Esas zonas hay que embellecerlas a partir de la tradición, de esas imágenes históricas que nos revelan un lugar precioso”.
“Ahí estaban los aires libres o sea todas las aceras, desde el Cine Payret hasta el Saratoga, estaban pletóricas de cafés, de grupos musicales, como las Anacaonas. Todo eso que era una maravilla y hay que recobrarlo en bien de la colectividad”.

Otro aspecto al que se refirió la arquitecta es a lo que Leal ha llamado la muralla de hierro. Se trata de todos esos ómnibus de turismo que se estacionan en la Avenida del Puerto. Es cierto que traen a los visitantes -todo eso viene muy bien para la economía del Centro Histórico tanto la estatal y como la no estatal, es una maravilla— pero hay que reubicarlos porque quitan vista, obstruyen el disfrute pleno de ese espacio.
El objetivo es ordenar las cosas, no prohibirlas. Organizarlas, regularlas para un mejor funcionamiento.
“Me queda algo fundamental se trata de la peatonalización. Las personas en sentido general y las que tienen automóviles están acostumbradas a llegar hasta la puerta del sitio que van a visitar, eso no puede ser”, aseveró Rodríguez Alomá.
El espacio público es de todos, y nosotros dentro de nuestros planes y políticas queremos favorecer al peatón, el paseo tranquilo. En algunos lugares se podrá resolver una convivencia, controlando las velocidades y ciertos obstáculos.
Eso lo veremos en la Plaza del Cristo – la quinta plaza que está en restauración- pero hay grandes extensiones que se han peatonalizado para favorecer el recorrido con serenidad, ese disfrute del patrimonio.

Es una práctica internacional no es algo que estamos inventando en Cuba. En muchos lugares -claro son Centros Históricos más pequeños, el nuestro es bastante amplio- se peatonaliza en su totalidad, hay horarios obviamente en los que hay que establecer el orden nuevamente donde se suministran los establecimientos de comercio, gastronomía, hoteles en horas muy tempranas para que a partir de las 10 ó 11 de la mañana queden totalmente a disposición del peatón.
Se trabaja también en la introducción del ciclo como una alternativa de transporte sano, ecológico. Aquí lo tuvimos, infelizmente como estuvo relacionado con una crisis económica muy fuerte, después hubo un rechazo natural; pero tenemos que regresar lentamente al uso del ciclo que también tendrá su ciclo vía, todo tiene que estar dispuesto, regulado para el bien de todos.
Por último, al decir de Patricia “es necesario que todas las instituciones trabajemos mancomunadamente, unidos para que todo apunte a que el Centro Histórico cada vez destaque más, cada vez brille más en la esfera nacional e internacional. Un Centro Histórico donde se tenga en cuenta a la población para los proyectos que se están haciendo porque estamos convencidos que este apoyo es fundamental para el desarrollo deuna obra que nos estamos proponiendo hacer entre todos”.