Prioridad uno a la dimensión ambiental

4 de febrero de 2016

Por: Miguel Febles Hernández

 

 

CAMAGÜEY.—Lograr un modelo de desarrollo urbano sostenible, como respuesta al carácter acelerado de la dinámica de los cambios que hoy tienen lugar en los centros históricos, constituyó el hilo conductor de la treintena de trabajos presentados por expertos e investigadores en el X Simposio Internacional Desafíos en el manejo y gestión de ciudades.

Sobre tales asuntos versó igualmente la conferencia impartida por la doctora en ciencias Gina Rey Rodríguez, Premio Nacional de Arquitectura 2015, quien en la jornada de cierre del evento, efectuado en el Centro de Convenciones Santa Cecilia, se refirió a la necesidad de introducir modelos avanzados de gestión urbana que den prioridad a la dimensión ambiental.

Un reto de tanta complejidad, precisó, requiere asumir la recuperación de los centros históricos como proceso de valorización del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural, a partir de entornos o contextos innovadores y del desarrollo endógeno basado en los recursos propios y en la promoción de proyectos de iniciativa local, según se observa ya en algunos municipios del país.

La especialista puso ejemplos de la manera en que el planeamiento estratégico puede incorporar elementos imprescindibles para la protección del ecosistema urbano, como el mejoramiento del hábitat, el empleo de las fuentes renovables de energía, la gestión integral del reciclaje de desechos, la agricultura familiar y el equilibrio entre los espacios verdes y las edificaciones.

En el contexto del X Simposio tuvo lugar también la reunión de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, encuentro al que asistieron, en calidad de invitados, representantes de Baracoa, Sancti Spíritus, Matanzas y Remedios, cuyas instituciones de ese tipo están actualmente en proceso de formación.

Durante el intercambio, se presentó la experiencia de la Oficina de orientación y consulta de la población del centro histórico de la ciudad de Camagüey, proyecto que se propone, a partir de la sensibilización, la motivación y la capacitación, garantizar el cumplimiento de las regulaciones y ordenar las acciones privadas y públicas en correspondencia con el plan de manejo vigente.

Ese es uno de los frutos de este tipo de evento: no solo esbozar determinado problema desde el ángulo académico o científico, sino ofrecer estrategias, proyectos, respuestas concretas y buenas prácticas para enfrentar los enormes desafíos presentes hoy en los centros urbanos, que atentan contra el patrimonio y la calidad de vida de sus habitantes.

Desde ya, José Rodríguez Barreras, director de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, en calidad de anfitrión del Simposio, ofreció a los expertos e investigadores del país y más allá de sus fronteras el “pie forzado” para la próxima cita del 2017: el impacto del desarrollo económico sobre las ciudades históricas.

 

(Tomado de Granma)