Y ahora, ¡a gobernar!
25 de abril de 2017
|El Consejo Nacional Electoral confirmó este lunes el inobjetable triunfo de Lenín Moreno en la reciente cita electoral para la presidencia de Ecuador, un hecho que aún no ha reconocido el banquero conservador Guillermo Lasso -el Macri ecuatoriano-, victoria ya prevista por la Agencia Central de Inteligencia. de Estados Unidos, la cual ya sabía que era difícil de revertir, pese a la tramoya contrarrevolucionaria montada mediante un Plan Cóndor parea desestabilizar y deponer a los gobiernos progresistas latinoamericanos.
Desde antes de la victoria del candidato de la Alianza País, la CIA, a través de sus voceros, El Mercurio de Chile y CNN, en la voz de su asalariada Patricia Janiot, ya había reconocido el triunfo de Lenín Moreno, ya habían reprochado a Lasso que no hubiera hecho más para impedirla, no obstante haber movilizado a opositores para que hicieran la vida imposible a los ciudadanos ecuatorianos.
Como se recordará, algunas actas de colegios electorales desaparecieron, lo cual influyó para evitar el triunfo de Lenin en la primera vuelta, por un escasísimo porcentaje, y en ello tuvo que ver la estación de la CIA en Quito.
Así, se dio curso a la estrategia de forzar una segunda vuelta, manipulando la información y saturando los medios de comunicación con supuestos escándalos de corrupción como el caso Odebrecht, para lo cual se efectuó la transferencia de al menos 30 millones de dólares a fin de financiar operaciones encubiertas.
UN PROGRAMA, DOS CONCEPTOS
Pero el fracaso de la contrarrevolución no va a impedir que se siga boicoteando la gobernatura entrante de Lenín y su programa de gobierno, continuidad de la Revolución Ciudadana. La cal, según admitió honestamente el residente Rafael Correa, logró solo un 30% de sus propósitos, pero que es mucho más que lo logrado en regímenes anteriores en favor del pueblo.
En el programa de gobierno de Lenin Moreno, dos conceptos son fundamentales: el protagonismo de la sociedad frente al del Estado y la necesidad del establecimiento de una democracia radical. En el primer caso, se trata de lograr una mayor politización de la sociedad, única garantía de que cualquier cambio programático que realice la Revolución Ciudadana, no sea pasajero.
La irreversibilidad del proceso solo depende de una sociedad consciente de sus derechos y de la importancia de sus luchas históricas. En este sentido, se pone mucho énfasis en el territorio, en “escuchar a la gente”. Por su parte, el segundo eje plantea la radicalización de la democracia, es decir, gobernar los mercados, poner la economía al servicio de la ciudadanía. Además de incentivar los mecanismos de participación ciudadana para que la población pueda inmiscuirse de mejor manera en el gobierno.
PREPARACIÓN IDEOLÓGICA
Es decir, toda una preparación ideológica que hará seguramente mayor la impotencia y la frustración de los factores antipueblos
El flamante Presidente ecuatoriano afirma que entiende con claridad la necesidad de una lucha social que blinde y proteja al gobierno y focalice la lucha del pueblo para que no sea víctima de sus verdaderos enemigos: el capital financiero, los agroexportadores y la burguesía vendida a los intereses del imperio.
De ahí la necesidad de que esta lucha se posesione en las calles y plazas y en el combate ideológico, para evitar que el gobierno se vea expuesto a las presiones que mediante los recursos económicos, políticos y comunicacionales van a utilizar la oligarquía local aliada al imperialismo, que está creando condiciones de desestabilización, con el fin de limitar la capacidad de gestión oficial y exacerbar las difíciles situaciones económicas que atraviesa el país
Moreno, alertado de esta situación, ya prepara las primeras medidas que favorecerán a los más necesitados, consciente de que hay que gobernar más atinadamente que nunca, sin dejar un resquicio abierto a un enemigo que, entre otras graves cuestiones, pretende apoderarse de Ecuador y dar un golpe a la Alianza Bolivariana, ALBA – Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe, que busca concretar el socialismo para el siglo XXI.
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