¿Vuelta a la paz… o solo un receso?
16 de febrero de 2022
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Quizás sea la noticia más difundida por la prensa internacional en las últimas 24 horas. Se trata del anuncio del ministro de Defensa de Rusia del comienzo del regreso a sus unidades de los militares y medios de defensa, quienes estaban movilizados en maniobras programadas, que fueron usadas por la prensa occidental, Estados Unidos y la OTAN como cortina de humo para azuzar una posible confrontación en torno a Ucrania.
La noticia, en otros tiempos menos tóxicos por el uso de las fake news característico de nuestros días, pudo haber pasado desapercibida por cuanto cada año, en distintos escenarios internacionales, sea en el mar, el aire o la tierra, o en los tres casos juntos, las maniobras militares forman parte de una rutina donde se alistan tácticas y estrategias de cada país para mantener sus ejércitos en forma y alertas.
Rusia no es la excepción en realizar maniobras militares, ya sea entre los ejércitos de cada zona del gran país, o formando parte de operaciones conjuntas, principalmente entre componentes armados aliados.
El regreso de militares y medios a sus unidades se ha previsto realizar hasta el 20 de febrero y ya comenzó en zonas cercanas a la frontera ruso-ucraniana, motivo de la «guerra mediática» preparada por Estados Unidos y la OTAN, por lo que hoy, los grandes titulares de la prensa internacional destacan el hecho como si fuera parte de un acuerdo entre Washington y Moscú para rebajar las tensiones y evitar una guerra.
En ese contexto, la portavoz de Exteriores de Rusia, María Zajárova, hizo un pedido a los «medios de desinformación» de Estados Unidos y Gran Bretaña, fundamentalmente, pidiendo que «planifiquen el horario de las invasiones para este año, de manera que no les afecte sus vacaciones».
Se trata de que esos grandes medios occidentales, estimulados por los gobiernos de esos países, crearon una matriz de opinión falsa, basada en suposiciones y mentiras, incluso anunciando el día exacto en que se produciría la invasión rusa a Ucrania.
Pero la mentira tiene patas cortas y cada fecha estimada por esa prensa de falsedades, fue pasando y la verdad era otra, totalmente opuesta, hasta que hoy se reconoce la distensión, no solo por la actitud responsable del Kremlin de terminar las maniobras, sino porque se ha desenmascarado el falso pretexto provocativo.
Recordemos que Bloomberg especuló con la fecha del 15 de febrero, como el día exacto en que los rusos entrarían a Ucrania.
En medio de este escenario, la Duma (Parlamento) de la Federación Rusa aprobó una resolución pidiendo al presidente Vladimir Putin, «reconocer la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, de población mayoritaria de origen ruso» en la región de Donbass, en el este de Ucrania, a lo que el mandatario del Kremlin respondió que los problemas de esos territorios deben ser resueltos en el marco de los Acuerdos de Minsk y no reconociendo una independencia que puede crear nuevas fricciones con Kiev.
Pero, aún con todas estas acciones realizadas por Moscú, que debieran provocar la desescalada en el conflicto ucraniano, este 16 de febrero se supo que Estados Unidos ha creado una considerable agrupación militar en Europa, para mantener una permanente amenaza contra Rusia.
En tal sentido, el subsecretario del Consejo de Seguridad ruso, Mijaíl Popov, en declaraciones al medio Rossiiskaya Gazeta, dijo que se trata de más de 60 000 efectivos militares, 200 carros de combate y unos 150 aviones de guerra.
Recalcó, que en los últimos 7 años, la cantidad de fuerzas terrestres de Estados Unidos dislocadas en Europa ha crecido un 30% y la maquinaria militar es 4 veces superior.
Y si queremos constatar la gravedad del asunto, desde el año 2014 el Pentágono estadounidense aplica la llamada Iniciativa Europea de Disuasión, programa ideado por Washington para «contener» una supuesta amenaza de Rusia a Europa.
Finalmente, en ese jueguito a la guerra, Estados Unidos invierte entre 3 000 y 4 000 millones de dólares anuales, salidos del bolsillo de los contribuyentes.
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