Violencia sin freno
17 de enero de 2018
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Parecía que 2017 rompía todos los récords en cuanto a la violencia en México, pero las primeras semanas del nuevo año da señales inequívocas que el 18 superará la cantidad de muertes violentas, ya sea por la lucha entre bandidos o por otras causas.
Ni siquiera las agencias de prensa se ponen de acuerdo en la cantidad de fallecidos en lo que va de enero. Para algunas suman 35, otras señalan 50 y más. Cuesta trabajo saber realmente el verdadero total.
Por ejemplo, Prensa Latina destaca que hasta el 14 de enero eran casi 40 los muertos a causa de la violencia en los estados mexicanos de Guanajuato, Guerrero y Veracruz solo durante el segundo fin de semana, tomando como fuente a las autoridades policiales.
Entre las víctimas mortales estaba el periodista Carlos Domínguez, asesinado mientras viajaba con su hija, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, convirtiéndose en el número 14 de los comunicadores que pierden la vida en menos de un año a manos de desconocidos.
Un colega mexicano describe así los acontecimientos. “Este 2018 va comenzando y la violencia ha empezado a tambor batiente, registrándose en un solo día 20 homicidios con arma de fuego en Chihuahua, predominando las ejecuciones múltiples en varias ciudades”.
En Veracruz, cinco cabezas humanas fueron dejadas arriba del techo de un taxi en Tlacotalpan, acompañadas de un letrero con la insignia del cártel de Jalisco Nueva Generación, mientras que horas después el político César García era acribillado a balazos por resistirse a un asalto en la comunidad de Monte Blanco.
Un titular de la prensa diaria, del 9 de enero, destacaba “que la violencia avanza sin freno en México” En la información se precisa que los homicidios de todo tipo ya eran más de 200, destacándose los ajustes de cuentas entre grupos criminales, narcodisputas, robos y otros actos delictivos que “caracterizan el reguero de cuerpos y sangre que han teñido de rojo el país.”
Debe recordarse que las autoridades reconocieron a fines de año que 2017 fue el más violento, según registros oficiales, con un total de casi 30 mil asesinatos entre enero y noviembre.
Especialistas consideran que tales hechos reflejan la impunidad y la falta de estrategia oficial para frenar el comercio ilegal de armas y al poder financiero de los criminales, concluyendo que “un delincuente con dinero, compra seguridad, armas y se reorganiza con mucha facilidad. Muchos delitos que antes terminaban en un simple robo, hoy concluyen en un homicidio”.
El mal ya existe. Se ha vuelto cotidiano y parecería que no solo se mantendrá este año, sino que será agravado por la realidad de estos primeros días de 2018, que convierten la violencia en el principal de los problemas de la nación azteca.
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