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Viaje sin retorno

4 de agosto de 2014

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El genocidio sionista en la Franja de Gaza ha desviado la atención de otro acontecimiento de trascendencia, la situación en Ucrania, donde las tropas de Kiev han intensificado su asedio a sectores independentistas que rechazan al gobierno de corte fascista, el cual acaba de recibir un nuevo alijo armamentístico y asesores de Estados Unidos especializados hasta en torturas que no dejan rastros.
No hay preocupación por el financiamiento ni por los más de 5 000 millones de dólares utilizados por Washington para subvertir el orden en Ucrania, luego que fue confirmado que todo el oro de ese país fue transferido a la Reserva Federal norteamericana.
Lo que parecía inaudito e impensable, no lo fue para un gobierno blindado a todo tipo de escándalo, como el kievita, que, según The World Gold Council, y sin consultar ni pedir permiso, autorizó el traslado de todas las reservas de oro, 42 toneladas, equivalentes a unos 2 000 millones de dólares, en un viaje que, sin dudas, no tendrá retorno.
William Kaye, ex ejecutivo de Goldman Sachs, subrayó en una entrevista concedida a King World News, que “el oro ucraniano se ha ido por largo tiempo”, y relató como aconteció, al estilo de las películas de bandidaje estadounidense:
“Aprovechando la oscuridad de la noche, cuatro camiones y dos microbuses sin placas llegaron al aeropuerto Boryspil, en Kiev, y trasladaron la pesada carga a un avión sin matrícula. Un equipo de 15 personas con uniformes negros, máscaras y ametralladoras, realizó el transporte de las cajas hacia el avión. Todo se hizo con gran prisa y, al terminar la carga, el avión partió con urgencia. En el aeropuerto no se entregó ninguna información sobre lo ocurrido…”
Dice el especialista Marco Antonio Moreno en la página web española Tercera Información que lo que causó mayor asombro fue la rapidez con que Estados Unidos trasladó el oro de Ucrania, a lo que pudiéramos agregar que contrastó con la extrema lentitud para devolver el que tiene Alemania en territorio norteamericano.
“Picada” por el espionaje personal norteamericano durante años a la canciller Ángela Merkel y el industrial a numerosas empresas de la nación europea, Alemania pidió a la Reserva Federal Estados Unidos que acelerará el retorno del preciado metal.
Estados Unidos guarda en sus reservas 1 500 toneladas del oro alemán, del que solo devolvió 33 toneladas el pasado año y ninguna en el presente.
La Oficina Federal de Cuentas de Alemania criticó al Bundesbank por no supervisar adecuadamente sus existencias de oro, obligando a este a declarar que todo deberá ser devuelto antes del 2020.
Pero al ritmo de devolución actual, ello tardará algo más de 40 años, si no se produce algún inconveniente. Es decir, podría producirse otro viaje sin retorno.
Todo luce extraño porque si Estados Unidos es poseedor de la mayor cantidad de oro en el mundo, 8 134 toneladas, no es sensato hacer esperar a su socio europeo, el segundo tenedor, con 3 387.
Según analistas, la respuesta es que ambas cifras son falsas, y las mentiras tratan de apuntalar tanto al dólar como al euro, que penden de un hilo.
En este contexto, China, quinta nación con la mayor reserva de oro, 1 054 toneladas, está comprando semanalmente unas 40, por lo que no se duda de que en pocos años asuma el liderazgo en ese importante rubro.

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