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Vecino con apetencias

2 de mayo de 2013

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Estados Unidos, aunque despojó a México de más de la mitad de su territorio durante la guerra de 1846 a 1848, no ha descansado nunca en su afán por tener cada vez más del vecino país azteca.
En época contemporánea no ha sido la guerra de conquista la política de Washington hacia esa nación latinoamericana, sino la guerra del comercio, la introducción de tecnologías, y más recientemente a través del Tratado de Libre Comercio (TLC) que involucra a la nación mexicana, a Canadá y a Estados Unidos.
Paralelamente al desarrollo del comercio, y desde la gran potencia del Norte hasta tierra mexicana, otro gran negocio, quizás el más lucrativo de todos, ha cobrado fuerza en las últimas décadas.
Me refiero al tráfico de drogas hacia el país más consumidor de estupefacientes del planeta, que utiliza al territorio mexicano como trampolín.
A su vez, desde  Estados Unidos circulan las armas que sirven a los propios cárteles de la droga y a bandas armadas que tanta inestabilidad y luto han sembrado en México.
No por gusto Barack Obama, que ha comenzado su segundo y
último mandato en la Casa Blanca, escogió al país vecino como el segundo a visitar —primero fue Israel—, en franca alusión a la prioridad que merecen las relaciones bilaterales y al papel de la nación azteca en el contexto latinoamericano actual.
El petróleo mexicano es vital para la potencia del Norte y por ello es el tema económico el centro de debate en la agenda bilateral que lleva Obama en su reunión con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
De todas formas, no podrán obviar ambos mandatarios lo relacionado con la seguridad en la larga frontera común, el tráfico de armas, el narcotráfico y la situación de la inmigración.
El comercio de Estados Unidos con México alcanzó en el año 2012 la cifra de 500 000 millones de dólares.
A su vez, el monto de la remesa transferida a México por los nacionales que radican en Estados Unidos se vio afectado el pasado año debido a la crisis que vive Washington, el amplio desempleo y los bajos salarios que se pagan a los inmigrantes.
Datos recientes reflejan que debido al Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos—México—Canadá, que ahora cumple 20 años, la pobreza en el campo azteca alcanza el 82 por ciento, y más de un millón 200 000 campesinos mexicanos se han quedado sin empleo, fundamentalmente los productores de maíz.
México, de ser el mayor productor y exportador de maíz del mundo, se ha convertido en importador neto del grano, producido por las transnacionales norteamericanas a precios subsidiados.
No obstante, varios analistas internacionales coinciden en que Obama no podrá imponer con facilidad nuevas medidas que continúen afectando a la población más vulnerable, y debe adoptar una política migratoria coherente y no discriminatoria, así como trabajar por erradicar el flujo de narcóticos y armas entre ambos territorios.

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