ribbon

Una más… de Donald Trump

7 de septiembre de 2020

|

 

Cada día que pasa, nuevas revelaciones agregan ingredientes a un abultado currículo de acciones irracionales e irresponsables, cometidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su mandato.
Esta primera semana de septiembre, un despacho noticioso de HispanTV, saca a la luz pública, cuando Trump, de visita en Francia en 2018, evitó honrar a los estadounidenses caídos en la I Guerra Mundial, y se negó a ir al cementerio donde están sepultados sus cadáveres, alegando que “su pelo se estropearía con la lluvia”.
Según acaba de informar la revista “The Atlantic”, citando a cuatro fuentes conocedoras de lo sucedido, Trump, a último momento decidió no acudir al camposanto, tal y como se había previsto en el programa, porque “temía que su pelo se despeinara con la lluvia y porque no le parecía importante homenajear a los estadounidenses muertos en la guerra”.
El mismo mandatario, que se aferra en su reelección en noviembre venidero, llamó “fracasados” a los más de 1 800 militares de su país que perdieron la vida en la batalla del bosque de Belleau contra los alemanes durante la contienda.
“Ese cementerio está lleno de perdedores” exclamó tajantemente el gobernante que prefirió cuidar su cabello ante una posible lluvia, que rendir tributo a sus coterráneos caídos en combate, cuando su país los envió a pelear a la lejana Europa.
Este suceso, mediático por supuesto, ha conducido a otras aristas relacionadas con el peinado del mandatario.
Ha salido a relucir que la peluquera Amy Lasch, que trabajó con el presidente de EE.UU. en varias ocasiones, compartió con los medios el misterio del pelo del magnate.
“Su cabello [el de Trump] es largo y lo cuida él mismo. Es natural, así que no usa peluquín. Pero aplica tanta laca que su pelo se hace duro y pegado”, afirmó Lasch en una entrevista al tabloide británico “Mirror”, y que publica este sábado la agencia de noticias rusa “Sputnik”.
Al parecer, Trump evita los servicios de los estilistas profesionales y se apoya en su familia para cortar o peinar su pelo. “Por eso la calidad de su peinado a veces es un desastre”, lamentó la profesional.
En una entrevista de 2011 con una conocida revista del mundo del espectáculo, Trump reveló su rutina de la mañana y dijo que no utilizaba secador de pelo, sino que esperaba a que se secase de forma natural mientras leía un periódico.
Años más tarde en otro diálogo con “Des Moines Register”, un periódico de Iowa, en junio de 2015, Trump aseveró que si era elegido presidente, cambiaría de peinado, puesto que no tendría tiempo para cuidar de él. Se lo peinaría hacia atrás.
Sin embargo, ninguna de las fuentes que he utilizado, dicen algo sobre el plan que pudiera tener Donald Trump, en cuanto a su pelo y al maquillaje que le sirve en su afán de excéntrico comediante, más que de presidente de un país.

Comentarios