Una acción diplomática sin precedentes
21 de junio de 2024
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La acción diplomática que acaba de realizar el Comité de Coordinación Conjunta del Movimiento de Países No Alineados y el Grupo de los 77 y China no tiene precedentes en la historia de las relaciones internacionales contemporáneas, si nos remitimos hasta los lejanos tiempos dela Sociedad de las Naciones y los más cercanos de la Organización de Naciones Unidas, posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
La declaración conjunta formulada por ambas agrupaciones de países -muchos de ellos pertenecientes a los dos- exigiendo la inmediata exclusión de Cuba de la unilateral e ilegal lista elaborada por el Departamento de Estado de Estados Unidos donde incluye a la Mayor de las Antillas como supuesto “patrocinador del terrorismo”, junto al llamado a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto también por el gobierno yanqui con alcance extraterritorial, desde hace más de seis décadas, constituye no solo una confirmación de justicia y verdad y un reconocimiento al papel y la actuación del Gobierno Revolucionario de Cuba, sino también una manifestación explícita de dignidad y soberanía por parte de todos los países y gobiernos que la suscribieron y exigen también el cumplimiento por parte de Estados Unidos de las 31 resoluciones adoptadas en ese sentido por la Asamblea General de Naciones Unidas en períodos sucesivos.
Los dos grupos de países firmantes sobrepasan las dos terceras partes de la membresía de la ONU y más del 80 por ciento de la población mundial, integrando un poderoso conjunto que coincide en la defensa de Cuba respecto a estos dos temas esenciales dentro de la política de agresión yanqui contra la isla y en el apoyo a una causa legítima y de derechos humanos, que va más allá de cualquier otra diferencia ideológica, política, social o de sistema de gobierno.
El Comité de Coordinación Conjunta MNOAL-G77 suscribe de este modo y por vez primera un punto de coincidencia universal cuyo llamamiento no puede ser ignorado, pues representa la voz universal y plena de los pueblos del mundo, sus países y gobiernos.
Ha sido una victoria rotunda de Cuba, pero también una victoria de la paz, del entendimiento mundial, la convivencia y el derecho internacional en momentos convulsos para la humanidad, cuando el imperialismo y sus socios buscan imponer la “ley de la selva” en las relaciones internacionales.
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