Trump implanta récord
5 de abril de 2019
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Del personaje de marras cualquier cosa se puede esperar, pero no me imaginé que su veloz carrera por la mentira llegara al extremo de implantar récord.
Se trata –y lo dice un reporte de la CNN– que «el presidente norteamericano, Donald Trump dice como promedio 22 cosas al día que son mentiras o carecen de validez».
Cuando comenté a un amigo el reporte de la televisora norteamericana, me dijo: «no te creas eso. Es parte de la personalidad de este hombre. El conforma su personaje con todos esos ingredientes para llamar la atención».
«Trump quiere ser centro de todo, y – como reza el refrán– que hablen mal o que hablen bien, la cuestión es que hablen», enfatizó el amigo.
El texto de la CNN refleja que «Lejos de disminuir o arreglarse, continúa aumentando en escalas que llegan a ser preocupantes porque, entre otras razones, sus seguidores reconocen que el mandatario no es completamente honesto pero continúan apoyándolo».
Esas líneas, en mi opinión, lo dicen todo: sus seguidores le siguen apoyando aunque sepan que se trata de un mentiroso.
El citado despacho noticioso refiere que las más recientes mentiras que ha dicho el presidente no tienen relación entre sí; y una de ellas la ha repetido por segunda vez. Y ejemplifica: «La primera tuvo lugar mientras hablaba ante el Comité del Congreso Nacional Republicano (CCNR) en Washington DC y aseguró que los generadores de energía eólica causaban cáncer, mataban a cientos de aves y reducían el valor de las propiedades».
Y enseguida acude, en medio de las mentiras, a su tema predilecto, el dinero: «Si tiene un molino de viento en algún lugar cerca de su casa, felicitaciones, su casa simplemente perdió un 75% del valor. Y dicen que el ruido causa cáncer», expresó Trump mientras se burlaba de su exrival Hillary Clinton, quien propuso que se invirtiera más dinero en aerogeneradores para reducir las emisiones de carbono y la dependencia de los combustibles fósiles.
El que está diciendo todos esos disparates es el presidente del país más rico y la mayor potencia económica y militar del mundo.
La segunda mentira de esta semana –dice el análisis de CNN– está relacionada con su familia: volvió a asegurar, mientras sostenía un encuentro con Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que su padre había nacido en Alemania.
Sin embargo, Fred Trump, padre del mandatario, nació en Nueva York, mientras que su abuelo Friedrich sí era originario de la villa Kallstadt, en Alemania.
Es decir que lo mismo le mete las mentiras a sus subordinados en la política interna de Estados Unidos que, como en este último caso, al representante de la mayor organización guerrerista del planeta, la Alianza Atlántica.
Y su método predilecto para mentir y llamar la atención con sus supuestas locuras, es a través de los twitt, en los que lo mismo se lee una afirmación hoy, que mañana expresa todo lo contrario.
Sin dudas, parece que mi amigo tenía razón: Trump es un gran mentiroso que ha creado una personalidad montada sobre una matriz donde lo importante para él es llamar la atención, ser centro.
Pero, lo peor de todo es que este personaje tenga seguidores en la política norteamericana y cuente con apoyo entre los votantes, que es lo que a él le importa, teniendo en cuenta que el próximo año pretende reelegirse presidente.
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