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Suicidio y pobreza en Ucrania

21 de febrero de 2022

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No le pueden echar la culpa a Rusia, como acostumbra Occidente, a la alta tasa de pobreza y suicidio en Ucrania, luego de ocho años de desgobierno manejado por elementos neonazis con voz y voto en Kiev, controlado totalmente por Estados Unidos, luego de deponer al gobierno democráticamente electo y perseguir, torturar y quemar vivos a adversarios parlantes rusos, muchos de los cuales se asentaron en el Donbas, en el este del país, donde autoproclamaron las repúblicas de Donetsk y Lugansk.

De estos lugares ha tenido que ser evacuada la población civil, ante los continuados bombardeos y un inminente asalto de Kiev, en el que siempre, repito, se le echara la culpa a Rusia, siguiendo el guion trazado por Estados Unidos y su sumisa Organización del Tratado del Atlántico Norte, con el fin de incrementar las sanciones a Moscú, dañándola económicamente; engrosar en este sentido las arcas norteamericanas, con el envió de un más costoso gas estadounidense a Europa, y echar por tierra el recién construido gasoducto ruso Nord Street 2, que debería trasladar gas por las profundidades del Mar Báltico hasta Alemania.

Además, Kiev no ha cumplido los Acuerdos de Minsk, una base para la paz, e incluso introdujo en su Constitución el deseo de ingresar a la OTAN, además de que las actuales autoridades pretenden regresar el estatus de país nuclear a Ucrania e incrementar el sentimiento antirruso con propósitos de reelegirse en el poder.

En este contexto, EE.UU. y naciones aliadas han enviado moderno armamento a Ucrania, que ya tiene más poder de fuego que otros países miembros de la OTAN, además de que ello, subrayo, está siendo manejado por jefes militares neonazis, quienes llevan la voz cantante en los principales destacamentos de combate. Allí pululan elementos de asalto que ya colaboraron en el “golpe de color” del 2014 y penetraron todas ñas esferas de poder, algo que fue bien propiciado por el anterior presidente, el multimillonario Piotr Poroshenko, y aceptado por el actual, Vladimir Zelenski.

 

COSTO OCULTO

Lo cierto es que en medio de todo esto, el suicidio es el costo oculto de ocho años de guerra propiciado por el imperialismo en Ucrania

A medida que se mantiene y crece la guerra en el este de Ucrania, el país debe lidiar con el incremento del número de suicidios entre sus tropas y veteranos, y es bueno mencionar al respecto las impresiones del sacerdote militar Sergi Dmitriev.

En abril del 2018, cuando la guerra en el este de Ucrania llevaba poco más de cuatro años, el sacerdote planeaba dirigir un servicio para las tropas. Pero cuando estaba terminando, un disparo rompió la calma, demasiado fuerte y demasiado cerca como para ser una bala proveniente del lado separatista. En el edificio contiguo, un joven ingeniero había tomado su arma y se había disparado a sí mismo.

Un grupo de oficiales se acercó al lugar de donde vino el sonido del disparo y, al ver al muerto, se burlaron de él sin piedad, expresando uno de ellos: ‘Qué imbécil, se pegó un tiro el tipo es un borracho”. Pero recuerda el sacerdote que en diciembre pasado recibió un mensaje que decía que el oficial que más se había burlado estaba muerto: “También se pegó un tiro”.

Los suicidios de tropas y veteranos se archivan bajo las llamadas muertes “no en combate”, y el Ministerio de Defensa se ha negado a hacer públicas las cifras. Las familias de las víctimas no pueden reclamar el honor de una muerte en combate, ni el apoyo económico.

En el 2018, el entonces fiscal militar jefe Anatoly Matios dijo que 554 miembros en servicio activo se habían quitado la vida en los primeros cuatro años de guerra, pero el Ministerio de Defensa no corroboró la cifra que, se afirma, asciende a más de 4 000, que no se reconocen oficialmente, porque muchos suicidios no se registraron y no se quiere que Moscú señale el deterioro de la moral del contrario, confiaron informantes militares anónimos a la BBC, de Londres. “Mientras dure la guerra, nunca publicarán esos números”, dice Volodymyr Voloshin, psicólogo militar en Kiev.

La familia de un veterano solo tiene derecho a apoyo financiero y social si puede probar que el suicidio estuvo relacionado con la guerra, pero sabiendo que es imposible probarlo tratan de ocultarlo, debido a sus creencias religiosas, una sorprendente admisión de que los seres queridos quedan atrapados entre una impacable burocracia gubernamental y una fe inquebrantable.

Ucrania tiene una de las peores tasas de suicidio del mundo por población, y existe un profundo estigma asociado con el acto. Ninguno de los muchos familiares de los militares que murieron por suicidio a los que se contactó para este tema accedió a hablar indistintamente con Reuters y EFE. “En Ucrania, el hijo o la hija que se suicidó nunca se menciona al mismo tiempo que el que murió en combate, y sus familias quedan muy aisladas”, dice Osuna Ivantsiiv, una directora ucraniana que trabaja en un documental sobre el tema.

 

DESIGUALDAD

Ucrania es poseedora de las mejores tierras grises del mundo, algo que había logrado incrementar la producción de alimentos antes de los acontecimientos del 2014.

Pero con la llegada al poder de entes gobernantes que no le interesaban el bienestar de la población, la productividad cayó a niveles extremadamente bajos, por lo cual gran parte de la nación se vio en una pobreza que golpeó sus condiciones de vida, al mostrar la incapacidad de satisfacer las necesidades básicas, debido a que los alimentos, el agua potable, el saneamiento adecuado, la educación, la atención de la salud y otros servicios sociales se hicieron inaccesibles, con el temor al futuro y la amplitud de la dependencia, en medio de un clima de opresión e incluso explotación.

El aumento de la desigualdad en Ucrania se atribuye a varios factores. Uno de ellos es el desplazamiento de los ingresos del trabajo a los ingresos del capital. Otro es el rápido crecimiento -comparativamente- del sector de los servicios, en particular de algunos específicos (banca, instituciones financieras, seguros y bienes raíces, por ejemplo), con el consiguiente aumento de la demanda de trabajadores calificados. En algunos períodos, también ha influido la disminución de la tasa de absorción de la mano de obra menos cualificada.

Algunos estudios de investigación sobre la pobreza y la exclusión social que se han llevado a cabo revela niveles sorprendentes de privación en Ucrania, dado el nivel de desarrollo del país. Demasiadas personas no pueden permitirse una vivienda adecuada; otras no tienen acceso a artículos de primera necesidad; y un porcentaje demasiado alto de la población padece alguna forma de inseguridad financiera.

Se estima que desde el 2014, la economía ucraniana ha perdido 280 000 millones de dólares.

Esto, a su vez ha incidido en la colocación de eurobonos en mercados extranjeros y en una reducción de la cartera de inversionistas no residentes en bonos corporativos, que cayó en 14 000 millones de grivnas (504 millones de dólares).

Las tensiones también han afectado temporalmente al grivna, ya que en enero último el tipo de cambio oficial frente al dólar disminuyó un 4,3%, según la agencia Ukrinform.

Ucrania ha tenido que recurrir a créditos de sus socios internacionales para estabilizar la economía y la divisa nacional, como los 1 200 millones de euros que la Unión Europea (UE) proporcionó a ese país en ayuda macrofinanciera.

En total Kiev, cuenta con programas de asistencia de Occidente por al menos 3 000 millones de dólares al año.

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