Siria e Iraq: semejanzas y diferencias
21 de julio de 2017
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Los más recientes acontecimientos bélicos que han tenido lugar en los principales escenarios de las guerras del Medio Oriente –Siria e Iraq–, marcan sucesivas derrotas del grupo terrorista Estado Islámico, que llegó a ser el más numeroso, mejor armado y financiado de la región, ocupando el extenso territorio abarcador en ambos países, desde la ciudad siria de Alepo hasta la iraquí de Mosul.
Según las informaciones, queda solo en poder de este grupo la ciudad siria de Al Raqqa, cercana a la frontera con Iraq, y hacia la cual parecen haber transferido buena parte de las fuerzas que aun conservan, no obstante encontrarse allí bajo el asedio simultáneo de la aviación ruso-siria y de la coalición liderada por Estados Unidos.
Siendo la tendencia de algunos medios informativos –con intención o por ignorancia– la presentación de esta guerra y sus acciones como un solo hecho en conjunto, son evidentes ciertas semejanzas pero también amplias diferencias entre ellos, sus antecedentes y orígenes, sus objetivos y participantes.
Un factor desencadenante sin dudas, que aceleró el estallido de los sangrientos enfrentamientos, fue la creciente influencia regional de la República Islámica de Irán, causa de preocupación constante por parte del gobierno imperialista de Estados Unidos y su más estrecho aliado Israel.
Más allá de las consideraciones religiosas bajo las cuales trató de ocultarse la verdadera naturaleza del conflicto, con rapidez salieron a relucir los propósitos de la agresión entre los que sobresalía el urgente derrocamiento del gobierno sirio encabezado por Bashar Al Assad, un obstáculo infranqueable ante los planes estadounidenses para el área.
En cuanto a Iraq, la ocupación militar yanqui establecida tras la guerra que derrocó a Saddam Hussein generó un estado de represión, resistencia e ingobernabilidad, desembocando en el enfrentamiento entre fuerzas internas entre sí y de estas con los ocupantes, quienes organizaron y se sirvieron de las bandas por ellos mismos creadas.
Como fruto de esas maquinaciones –según investigadores y estudiosos del caso–, surge el denominado Estado Islámico, que busca integrar en un solo territorio al Califato que se extendió al nordeste de Siria y el noroeste de Iraq, tras el impetuoso avance militar del EI, hace tres años aproximadamente.
La alta complejidad de la situación actual en la región, la participación de actores regionales y extraregionales con diversos intereses más la riqueza petrolera y gasífera de los territorios en cuestión, pudiera no convertir necesariamente a la derrota de EIen un factor de estabilidad y pacificación
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