Reto a Mnangagwa
6 de agosto de 2018
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Zimbabwe está sumido en una crisis difícil y compleja, hecho al que se enfrenta el recién electo presidente Emmerson Dambudzo Mnangagwa, de 75 años, quien ya ocupaba interinamente el cargo, tras la deposición incruenta por el ejército del líder africano por casi 40 años de esa nación, Robert Mugabe. Su contrario, Nelson Chamisa, obtuvo el 44,3% de los sufragios en unas elecciones concurridas, ya queacudierona las urnas el 75 % de los electores.
El actual mandatario es un guerrillero y político destacado, quien estuvo siempre bajo las órdenes de Mugabe, hasta que éste creyó que no le era fiel.
Sin embargo Mnangagwa reconoce la calidad del liderazgo que jugó Mugabe en la lucha por la obtención de la independencia de los colonialistas británicos, y los éxitos de una primera etapa que llegaron a convertir a la pequeña nación en un Estado próspero.
Pero en los últimos años diversos factores llevaron a la actual crisis, que castiga fuertemente a la mayoría de la población.
En muchos de los casos se trata de los resultados de decisiones políticas y condiciones económicas, y de fenómenos naturales como la sequía y la pandemia del VIH/SIDA. Todos estos factores se complementan para agravar la situación; y el empeoramiento de la crisis alimentaria tiene un efecto multiplicador sobre los problemas preexistentes.
Zimbabwe afronta los peores índices de desnutrición de los últimos 15 años con casi 330 00 niños que necesitan tratamiento urgente por desnutrición grave, alertó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El número de familias que pasan hambre se ha duplicado en los últimos ocho meses a causa de una sequía provocada por el fenómeno El Niño, que arrasa algunas partes del país.
Christophe Boulierac, portavoz de UNICEF en Ginebra, explicó que, según una encuesta de vulnerabilidad, de casi 2,8 millones de personas en las zonas rurales en Zimbabwe, 30% de esa población, requiere asistencia alimentaria., entre ellas casi un millón y medio son menores de 18 años.
DETALLES A SUBSANAR
La inestabilidad macroeconómica ha tenido graves efectos en la crisis. Entre las causas fundamentales figuran la política de control de precios y del cambio de divisas extranjeras; el programa acelerado de recolonización agraria, que ha tenido consecuencias muy negativas para la agricultura, uno de los sectores económicos más productivos, y que es una de las causas principales de la decadencia económica; y la acción de la Junta de Comercialización de Cereales, que regula el comercio y los precios de los cereales y el harina de maíz.
En el pasado, las personas que contaban con suficiente dinero podían adquirir harina de maíz y otros productos en el mercado cuando los necesitaban, pero eso ya no es posible. Debido a la aplicación de políticas equivocadas resulta imposible satisfacer la demanda de algunos productos, en tanto han aumentadoenormemente los precios de alimentos como el arroz.
Gran parte de la población se ha visto obligada a depender en grado cada vez mayor de estrategias de supervivencia peligrosas o perjudiciales, como la caza ilícita, la prostitución y el robo, que a mediano plazo tendrán consecuencias graves para la población, los recursos naturales y el medio ambiente. También resulta evidente que ni siquiera estas medidas desesperadas serán suficientes para garantizar la supervivencia de los zimbabwenses afectados.
Reitero: los efectos combinados de la sequía, las dificultades económicas generales, la tensión en las relaciones con los países donantes y la prevalencia del VIH/SIDA han excedido la capacidad del Gobierno de hacer frente a esta crisis.
A todo esto se enfrenta el mandatario electo, con bastante experiencia como político, en sectores como el judicial y el económico y, sobre todo dispuesto, según afirmó, a aumentar el nivel de vida de su pueblo.
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