¿Resurgen esperanzas de paz verdadera y duradera?

24 de febrero de 2025

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Gustavo Robreño

 

Los resultados conocidos hasta ahora acerca del encuentro Rusia-EE.UU. de alto nivel efectuado en Riad, Arabia Saudita, permiten concebir con esperanzas que el llamado ”conflicto ucraniano” pueda hallar una solución pacífica y justa,  que ponga fin de forma duradera al enfrentamiento bélico que ya cumple más de 2 años con  su inevitable costo en vidas y destrucción.   

Es obvio señalar que su solución depende en gran medida de la situación interna de la propia Ucrania, del balance de fuerzas políticas en su seno y la influencia que allí ejerzan los elementos nazi fascistas extremos,  que han jugado papel fundamental en entronizar el odio anti ruso y crear las condiciones del conflicto, para lo cual contaron con el aliento y complicidad de los gobiernos de la Unión Europea -con excepciones como Hungría y Eslovaquia- y el apoyo, ayuda y estímulo de los gobiernos imperialistas de Estados Unidos.

Tanto Trump en su primer mandato como el régimen de Biden en su mediocre y agresivo cuatrienio contribuyeron de este modo a la estrategia de cerco y posible destrucción de Rusia, combinando la guerra con las sanciones económicas presumiblemente exitosas.

Tal estrategia, como se ha comprobado, fracasó estruendosamente y Rusia pudo continuar su desarrollo, aplastar la agresión y hacer crecer su economía, evitar el cerco múltiple y avanzar en el respeto e influencia mundial.

Esos factores han sido decisivos para poder llegar a la situación  actual de distensión con el segundo régimen de Trump y tomarla como base incluso para contribuir a la solución de otros graves problemas internacionales que hoy conmocionan al planeta y comprometen la paz.

Para Zelenky y sus amigos dentro de la Unión Europea no son buenas noticias. Lo son para el resto de la humanidad que observa con esperanzas.