Respuesta a la amenaza de la OTAN
1 de noviembre de 2018
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Sin conformarse con los tentáculos militares que siguen rodeando a Rusia en toda Europa, principalmente en sus fronteras, la Organización del Tratado del Atlántico Norte ha emprendido casi al unísono maniobras bélicas en y las proximidades de Noruega, así como en la pequeña república ex soviética de Georgia, en un momento en que ésta atraviesa un proceso electoral para elegir a un nuevo Presidente.
Por supuesto, Rusia ha respondido vigorosamente a las acciones bélicas enemigas, al iniciar otras maniobras con lanzamiento de misiles, en respuesta a los ejercicios en Noruega, en tanto, junto a las nuevas repúblicas independientes de Abjasia y Osetia del Sur, indicó que se reserva el derecho a tomar medidas adecuadas.
Lo más llamativo es que la OTAN ha declarado cínicamente que esas maniobras no van dirigidas contra nadie, y son simples pruebas para comprobar la operatividad militar.
La Cancillería rusa también informó que las negociaciones internacionales fracasaron en un intento de aprobar una declaración conjunta sobre el rechazo al uso de la fuerza, debido a que Georgia aceptó trabajar en una propuesta de Estados Unidos que elimina a Abjasia y Oseta del Sur, y se mostró contraria a encarar la ayuda humanitaria en la región.
Rusia y Georgia rompieron relaciones hace diez años, cuando tropas georgianas trataron de impedir por la fuerza las sendas independencias de Abjasia y Osetia del Sur, con una mayoritaria población ruso-parlante, lo cual provocó la ayuda militar de Moscú, que en sólo cinco días derrotó a los agresores.
Desde entonces aumentaron las actividades militares de la alianza, que sólo en los últimos cinco años reunieron a más de 50 000 soldados y unos 3 000 vehículos blindados, además de aviones y helicópteros.
En tanto, el contingente de la OTAN en los estados del Báltico y en Polonia, Rumanía y Bulgaria aumentó desde el 2015 de 2 000 a 15 000 efectivos, adernás de emplazar armas antimisiles, por lo cual Moscú se vio obligada a dar una respuesta simétrica.
En este contexto, se están celebrando elecciones presidenciales en Georgia, las cuales tendrán una segunda vuelta al no lograr los 25 aspirantes la mayoría requerida del 50% más uno,
En la pequeña nación, que ha visto reducida su población de 5,4 millones a 3,9 millones, votó solo el 46,74% de sus electores en la primera vuelta, en tanto en la segunda ronda, el primero de diciembre venidero, se verán las caras la ex canciller Salomé Zurabishvili. Independiente, de la coalición Sueño Georgiano (46,74%), y Grigol Vashadze, de la coalición La fuerza está en la unidad (41,02).
Observadores internacionales dividieron sus opiniones sobre la limpieza de los comicios, pero los nombrados fueron quienes sacaron aparentemente más votos, con programas similares en cuanto a tratar de integrar Georgia a la Unión Europea y aceptar los designios de la OTAN.
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