Remember Pinochet…
21 de octubre de 2019
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Fin se semana aciago en Chile. Once muertos, cientos de heridos, más de 1 500 detenidos. Golpes van y golpes vienen. Los militares, acordándose de los años de dictadura de Augusto Pinochet, arremeten con todas sus fuerzas y medios contra los que protestan por medidas económicas neoliberales que obligan a los más desposeídos, incluyendo a los estudiantes, a sufrir consecuencias terribles.
Mientras esto ocurre en las calles, sin que la población se acoja al toque de queda y otras medidas del gobierno, el presidente, Sebastián Piñera, arroja leña al fuego al comparar las protestas con una «guerra».
Estamos luchando contra una «manada de criminales» dijo el mandatario aludiendo al pueblo.
Despachos de prensa desde Santiago se refieren a que el presidente Piñera, considera que el país está en guerra contra un «enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni a nadie», que se ha lanzado a las calles a protestar.
Piñera, exponente del neoliberalismo que hoy impera en países de América del Sur, trata de salir de la crisis, primero a través de la fuerza, no importa quienes mueran o sean heridos, y en el plano administrativo, con paliativos en relación con el precio del metro, pero sin mencionar siquiera el paquete de medidas neoliberales que afectan la nación.
Su actuación es muy cercana e, incluso, copia exacta a la que asumen los actuales mandatarios de Argentina, Brasil y Ecuador, en todos los casos actuando contra el pueblo.
La tozudez del presidente llegó al extremo, cuando declaró a Radio Cooperativa que Chile era «un verdadero oasis en medio de una América Latina convulsionada».
Con esa manera de simplificar las cosas, pensó que las protestas serían calmadas cuando declaró uno de los varios «toques de queda» y sacó a las fuerzas armadas y a los carabineros a las calles a arremeter contra los pobladores, a los que él llama banda de criminales.
En Chile, con Sebastián Piñera y con otros presidentes llegados luego de la dictadura de Pinochet y autollamados «democráticos» el uso de la fuerza de los carabineros contra el pueblo es una acción muy común.
Estos cuerpos armados represores tuvieron su expresión más criminal durante la dictadura de Pinochet, donde, además, se impregnó de una filosofía de golpizas y muertes contra todo aquel que se considerara un «enemigo» de la mal llamada democracia del sistema neoliberal.
Pinochet, además, elaboró leyes y otros documentos, todavía hoy vigentes, para hacer de la represión una manera de gobernar en Chile.
Por eso, el presidente Sebastián Piñera calificó de «bandas criminales» a sus propios conciudadanos que protestan por sus medidas antipopulares.
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