Reconstrucción condicionada
7 de junio de 2019
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El gobierno de Bashar al Assad ha expresado claramente que las naciones que hayan participado en la agresión a su pueblo no podrán intervenir en la reconstrucción del país, lo cual ha movido al imperialismo y sus peones a tratar de bloquear cualquier ayuda financiera que tenga que ver con el particular.
Invocando nociones supuestas sobre la seguridad nacional, el Congreso estadounidense ha estado legislando para impedir la ayuda a Siria, en tanto el presidente Donald Trump, derrotado en su intento de doblegar al país árabe, condicionó su reconocimiento a Al Assad a que Damasco renuncie a todo apoyo y presencia de Irán.
Tras las más recientes victorias del Ejército Árabe de Siria y sus aliados en la lucha contra los grupos terroristas y extremistas en suelo sirio, el Gobierno de Damasco se ha centrado en recuperar su infraestructura, destruida por la injerencia imperialista que propició la guerra, así como en crear las condiciones adecuadas para el regreso de los refugiados
Casi medio millón de víctimas mortales, millones de refugiados y enormes daños materiales son los resultados de esta agresión genocida, iniciada en medio de protestas normales contra ciertas condiciones de vida, las cuales fueron aprovechadas por las inteligencias occidentales e israelí para echar leña al fuego e iniciar una contienda que aún no ha terminado, pero en la que ya se avizora un fin halagador
Las autoridades sirias han elaborado una especie de hoja de ruta para el regreso de las inversiones, el cual estará encabezado por aquellos comerciantes nacionales que tuvieron que huir ante el terrorismo empleado por Occidente.
Después estarán los países amigos, aquellos que demostraron fehacientemente su proceder solidario, y pienso que habrá que estudiar la posición de algún que otro que varió su postura a favor de Damasco en el curso del evento bélico.
Como señalara el colega portal Cubasí, algunas naciones ya se han movido para reanudar sus lazos con Al Assad, como Jordania, Sudán y Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, etcétera, de dudoso proceder, pero que empiezan a reconocer de que lado está la victoria y servirá para dar nuevamente a Siria presencia en entidades internacionales, como la Liga Árabe.
Por supuesto, el ya mencionado Irán y China han sido claros en el apoyo a la lucha contra la agresión, y en el caso chino, Israel está inquieto por los amplios planes que van más allá de la reconstrucción y pueden ayudar sobremanera en el posterior desarrollo económico.
Turquía siempre será un objeto a estudiar, porque su presencia en territorio sirio nunca fue avalada por Damasco, como tampoco la de militares norteamericanos, británicos, franceses, italianos y de otras naciones europeas, factores estos últimos responsables de la organización, adiestramiento y entrega de armas a más de 75 000 mercenarios y organizaciones afines, como la tristemente célebre Blackwater, sin mencionar el apoyo dado al Estado Islámico, una criatura engendrada por el imperialismo.
Además de todo esto, está el hecho de que China lanzará amplios proyectos que ayudarán seguramente a Siria, lo cual, de hecho, nada del agrado para Estados Unidos y sus aliados.
Para la Red Voltaire “la presencia china complicará aún más las cosas para Estados Unidos y sus aliados, ayudará directamente a evitar el colapso económico sirio y coadyuvará al vínculo territorial directo de Siria con China continental a través de Turquía, Irán y Paquistán, lo cual permitirá que China se convierta en un jugador geopolítico con una posición única en el Medio Oriente, lo que le da ventaja sobre otros jugadores bien situados y, por lo tanto, desenganchar a muchos jugadores considerados viejos”.
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