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Rebelión popular contra Macri y el FMI

14 de agosto de 2019

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Mientras recibía el aliento (diría, halitosis) en Buenos Ares de su “hermano” Bolsonaro ,como se llaman estos fascistas entre ellos, Mauricio Macri afirmó que la aplastante derrota recibida en lasprimarias de este domingo no le impedirá seguir aplicando las políticas neoliberales que le impuso el Fondo Monetario Internacional (FMI), e hizo caso omiso de la declaración de científicos y personalidades de la cultura, en la que expresan su preocupación por la situación económica y exigen al gobierno que “asuma su responsabilidad en la crisis a la que nos condujo”.
Para Macri, como para Bolsonaro y los halcones que dominan en Estados Unidos, lo más preocupante es que el posible futuro gobierno de Alberto Fernández, como presidente, y Cristina Fernández, como vice, hagan salir al FMI y su intromisión en la vida económica del país y elimine al gobierno del grupo de entes reaccionarios que controlan gran parte de Suramérica.
Para la reacción local, Bolsonaro y la Casa Blanca hay que liminar que surja “otra Venezuela”, y cualquierprocedimientoespurio al efecto es válido.
Empero, es difícil que utilicen el rudo método que propició la victoria del ultraderechista Alejandro Giammattei en Guatemala, para sacar del juego político a Sandra Torres, también de derecha, aunque con influencia socialdemócrata, por lo que se espera desde un posible golpe de Estado hasta un ataque cibernético o el manejo de las computadoras para tratar de arrebatar el virtual triunfo justicialista el 27 de octubre venidero.
Mientras, la otrora ricanación –el país de la carne le llamaban- ve como la miseria y pobreza la cubren, el desempleo se incrementa y el abandono social pulula, gracias a Macri y su FMI, el peso sedevalúaen un 20% frente al dólar y se sigue golpeando con fuerza el salario de quienes aún pueden trabajar.

 

DEFENSA QUE MATA

 

Antes de viajar a Buenos Aires, en Rio Grande do Sul, cerca de la frontera con Argentina, Bolsonaro no disimuló su contrariedad por la derrota de Macri, a quien llegó a nombrar como “hermano” en discursos recientes.
Rodeado de militares, el capitán jubilado comparó a esta región meridional con Roraima, en el extremo septentrional del país, lindante con Venezuela. “Si esa ‘izquierducha’ vuelve acá cerca, en Argentina, podremos tener en Rio Grande do Sul una nueva Roraima, habrá hermanos argentinos huyendo hacia aquí, si el resultado del domingo se confirma en octubre”, lanzó Bolsonaro.
Según el diario “Folha de San Paulo”, altos mandos de las fuerzas armadas consideran que la injerencia del ocupante del Palacio del Planalto en la campaña argentina puede acarrear más costos que beneficios, y le habrían aconsejado adoptar una cierta continencia verbal.
Sugerencia a la que el mandatario no prestó atención como quedó demostrado en sus declaraciones de la mañana de este lunes, cuando inauguró el reacondicionamiento de una carretera federal realizada por soldados con tanta pompa como si fuera una represa hidroeléctrica.
Para el grupo de medios de derecha Globo, tanto como para algunos generales preocupados con garantizar la sobrevivencia del gobierno y evitar su aislamiento internacional, ya es hora de poner un freno al activismo bolsonarista en pos de la creación de un bloque neofascista suramericano.
“Bolsonaro ya perjudicó a Macri, porque su apoyo no le dio votos, y ahora perjudica nuestra relación con un socio económico importante, porque es casi imposible” revertir la victoria de Fernández, planteó el periodista Merval Pereira, columnista en jefe de ese grupo mediático.
El Partido de los Trabajadores celebró la victoria de Alberto Fernández
“La esperanza es argentina”, resumió la presidenta del PT, Gleisi Hoffman, al hacer un balance sobre el impacto en Brasil de la victoria de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández.
“El presidente Lula recibió con mucha alegría este resultado, hoy fue visitado por sus abogados en Curitiba a quienes les comentó su satisfacción”, agregó, para añadir a continuación:
“Con este triunfo los que ganan también son los movimientos populares de Brasil y América Latina y los que pierden son en primer lugar Bolsonaro, quien apoyó públicamente a Macri, y con él su aliado Donald Trump”.

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