Realineamientos en el Medio Oriente
24 de marzo de 2023
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Los más recientes acontecimientos confirman que ahora sí están teniendo lugar evidentes y complejos realineamientos políticos y de relaciones entre muchos de los principales factores que cuentan con notable influencia en las distintas situaciones que afronta el convulso Medio Oriente.
Entre ellos, por su importancia, destaca el restablecimiento de relaciones entre Irán y Arabia Saudita -con la activa mediación de la República Popular China, donde se suscribió el acuerdo entre ambas representaciones- cuyas repercusiones, según se estima, podrán apreciarse en un futuro no tan lejano, si no hay un súbito y sorprendente retroceso.
Debe tenerse en cuenta que las agudas discrepancias entre los diversos actores del escenario árabe -que incluye a Irán en este caso- han servido con gran utilidad al estado sionista-terrorista de Israel y a sus padrinos estadounidenses para proteger sus intereses y lanzar la política de ocupación y agresión contra el pueblo palestino y contra los propios estados árabes, de los cuales el Imperio yanqui se ha burlado reiteradamente.
El logro de un ambiente de unión y reconciliación entre ellos marcaría seguramente cambios profundos y necesarios, incidiendo en el fracaso y el aislamiento del gobierno imperialista de Estados Unidos Unidos, cualquiera que este sea, y de su pupilo israelí.
Otro acontecimiento producido pocos días después, en esa misma línea de unidad y cooperación, consiste en la aparentemente sorpresiva visita del presidente sirio Bachar Al Asad a los Emiratos Árabes Unidos, donde fue recibido con gran cordialidad y agasajo por parte de sus anfitriones. También visitó los EAU el secretario del Consejo de Seguridad iraní.
Otro movimiento en este sentido fue la visita del Canciller turco a Egipto, que puso fin a una década de alejamiento y conflictos que hoy parece superada y estimuló el entendimiento entre estos dos países que cuentan con un sobresaliente potencial económico en el área.
Conmovida por los desastres naturales en Turquía y Siria, parece predominar el buen juicio y la comprensión más exacta en la vasta región mesoriental, inmensamente rica en recursos naturales como el gas y el petróleo, y va ganando terreno la idea, demostrada ya en la práctica, de que el mundo árabe y sus vecinos más cercanos como son Irán y Turquía están llamados a unirse y entenderse entre sí como única forma de enfrentar las ambiciones, el saqueo y el dominio hegemónico al que aspira Estados Unidos, sirviéndose de Israel como subrogante perverso.
Este realineamiento mesoriental puede producir sin dudas otros recambios en el mundo y podrá beneficiar seguramente a otros pueblos en sus intereses económicos, de bienestar, paz y seguridad.
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