Radiografía del terrorismo
1 de junio de 2017
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Las últimas noticias no han podido ser más aterradoras. En Siria, se descubrió a unos 300 cadáveres, todos sin cabeza, enterrados en una fosa común en …
¿Quiénes eran los que allí yacían? Todos miembros del ejército sirio, tomados prisioneros por el grupo terrorista Estado Islámico, luego asesinados y decapitados. Las cabezas fueron usadas como pelotas para que los terroristas jugaran y los cuerpos fueron amarrados a autos y arrastrados por diversas calles y carreteras antes de ser tirados en la zanja que les sirvió como sepultura.
La noticia, por si sola, debe valer para alertar a quienes todavía hoy ayudan con armas y dinero a esos bárbaros en pleno Siglo 21, a grupos terroristas que operan en Siria, o que, con sus aviones de guerra, lejos de atacarlos, dirigen sus disparos –equivocadamente, dicen– contra posiciones militares sirias o grupos de civiles que tratan de protegerse de quienes los asesinan.
En Irak, mientras tanto, dos atentados del mismo grupo Estado Islámico causaron unas 100 personas muertas y cientos de heridas en pleno inicio del Ramadán o mes de ayuno musulmán.
Y es que esa nación árabe, tras la invasión y ocupación por parte de las fuerzas estadounidenses hace más de 10 años, jamás ha podido alcanzar la estabilidad y gobernabilidad. Todo lo contrario, se han exacerbado las diferencias étnico-religiosas y se han propagado los terroristas del Estado Islámico, matando a miles de civiles y destruyendo parte del patrimonio mundial que atesora la tierra iraquí.
Una tercera noticia llegó este día final del mes de mayo, procedente de Afganistán, otra nación invadida y bombardeada por la aviación norteamericana y de la OTAN.
Allí, donde hace 12 años se vive en plena guerra, hay miles de soldados norteamericanos y de la Alianza Atlántica y, en vez de existir un solo grupo insurgente, los Talibanes, hoy está presente en esas tierras el denominado Estado Islámico, imponiendo el terror y la muerte por doquier.
¿Qué quieren decir estas adversas noticias para un mundo que necesita paz como única forma de desarrollo y vida?
Resulta que, coincidente con el conocimiento de estos actos de terrorismo, los líderes de Estados Unidos y Europa han escenificado en el Viejo Continente, varias reuniones que bien pudieran contribuir a la búsqueda de una solución verdadera contra ese flagelo enquistado en la política internacional de las grandes potencias imperiales.
La recién concluida Cumbre de la OTAN, lejos de concentrarse en buscar una solución colectiva al terrorismo y acabar con sus manifestaciones en países como Siria, Irak, Yemen, Afganistán y Libia, dedicó dinero y proyectos, en fórmulas para cercar a Rusia, este último país, el único que verdaderamente emprende acciones antiterroristas en Siria.
La otra Cumbre reciente, la del G-7, no escatimó dinero para el llamado libre comercio que identifica el sistema capitalista y el neoliberalismo actual. Mientras, millones de seres humanos, principalmente en África y otros países del llamado Tercer Mundo, mueren de hambre y enfermedades por falta de recursos que se dilapidan en armas y guerras.
Pienso que una radiografía del terrorismo actual, debe ser la cartilla que establezca compromisos verdaderos para que cese el terrorismo, no se cercenen cuerpos humanos como ocurre en Siria y no se emprendan bombardeos contra poblaciones civiles, que luego se explican como “errores colaterales” por los que han hecho de la doble moral su filosofía para un supuesto combate al terrorismo.
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