¿Quién se las da?
27 de septiembre de 2016
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Fingiendo preocupación, Estados Unidos acaba de expresar su temor que el Estado Islámico (EI) o Daesh utilice armas químicas en Iraq, mientras incumple el pacto de tregua con Rusia sobre el combate conjunto al terrorismo en Siria, busca el apoyo de Gran Bretaña y Francia para hacer que Moscú cese su ayuda al gobierno de Bashar al Assad y hace caso omiso de que el EI se haya apoderado y utiliza como escudos humanos a miles de refugiados en la septentrional ciudad siria de Alepo.
Todo un menjurje para hacer olvidar que fue la legal y oportuna ayuda de Rusia a Siria la que mantuvo a rayas al Daesh, al que virtualmente desapareció de una extensa zona en la que contrabandeaba petróleo de los agredidos hacia Turquía, en tanto la coalición liderada por los imperialistas no se sabía que hacía durante un año de inocua intervención.
En cuanto a la posibilidad de que armas químicas estén en poder del EI nada es extraño, cuando recordamos que esos terroristas ya las habían utilizado en zonas cercanas a Damasco, la capital, al tiempo que se montaba un andamiaje propagandístico para acusar al ejército sirio al efecto, cuestión que zanjó el presidente Bashar al Assad con la comprobada eliminación de tal armamento, bajo supervisión internacional, a fin de demostrar su buena voluntad.
Nadie dijo que, en ese momento, Arabia Saudita suministraba todo tipo de armamento al Daesh, con la complicidad de sus aliados de la zona y la aquiescencia de Israel, al que el EI jamás ha atacado.
Muchos recordarán como Estados Unidos agredió e invadió a Iraq en el 2003, bajo el pretexto de que poseía armas químicas, entre otros implementos de destrucción masiva, cuestión completamente infundada, como fue demostrado.
Así que no debe extrañar que el EI posea esas peligrosas armas, puestas en sus manos por factores que el propio Daesh ha atacado al sentirse traicionado en algunos momentos, tal como ha pasado con Turquía y Francia.
Sin dudas, es otro punto más de preocupación de aquellos que no quieren la paz en la región, con la vista puesta en el estrechamiento del cerco y desestabilización de Rusia, de lo cual forman parte las injustas sanciones impuestas por Washington a Moscú, por haber recuperado a Crimea, con el genuflexo apoyo de países europeos.
Plan largamente elaborado
Realmente, todo forma parte de un plan largamente elaborado, que incluye a otros países que sucederán a Siria en la “hoja de ruta” imperialista.
Tal es el descaro de los conspiradores internacionales que la página web de las “fuerzas de élite del Reino Unido” alardeó de su responsabilidad en armar y entrenar a los que han perpetrado acciones terroristas contra el pueblo sirio, principalmente estallidos dinamiteros y ametrallamiento indiscriminado contra los pobladores.
Al respecto la red Voltaire indicó que “agentes del MI6 británico han estado entrenando rebeldes para la guerra urbana, así como proveyéndoles de un suministro de armas y equipamiento. Se estima que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos esté prestando servicio de comunicaciones”.
Informes más recientes han afirmado que también las fuerzas especiales francesas han estado activamente prestando entrenamiento a miembros del Ejército Sirio Libre, desde una base en Turquía.
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