¿Quién amenaza a quién?
6 de julio de 2022
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Por si alguien tenía alguna duda, la Cumbre de la OTAN -celebrada en Madrid, España- ha dado por el momento la respuesta y mostrado claramente la evidencia mediante sus acuerdos y documentos acerca de quién o quiénes son los causantes de la incertidumbre y los graves peligros que rodean al mundo de hoy.
Los resultados de la mencionada Cumbre de la OTAN, convocada, guiada y controlada por el gobierno imperialista de Estados Unidos y sus intereses hegemónicos de dominación, exhiben con suficiente diafanidad, posiblemente como nunca antes, la respuesta al inquietante interrogante actual.
El imperio yanqui y su subsidiarios de la OTAN asumen desde ahora, según ellos mismos han expresado, el papel de “policías del mundo”, mediante la expansión, las agresiones y las amenazas bélicas que ese pacto militar lleva a cabo, a despecho y en desconocimiento de la Carta de Naciones Unidas y de cuanto otro compromiso internacional de los cuales son signatarios hasta hoy, como los Acuerdos de Seguridad sobre Europa.
Una múltiple declaración de guerra simultánea contra Rusia y China Se ha producido -fuera de toda lógica y sensatez- aceptada al parecer por los desorientados europeos, que no solo hace regresar al mundo a los difíciles años de la llamada “guerra fría”, sino que los agrava con adicionales medidas coercitivas y multilaterales que esta vez afectan al resto de la humanidad.
Imposible es desde ahora predecir el futuro si semejantes condiciones prevalecen, pero sí puede avizorarse que se abren las puertas de un nuevo orden mundial, que hará resistencia a las pretensiones de Estados Unidos y sus subsidiarios de la ORSN, como ya puede apreciarse.
A los países del llamado Tercer Mundo corresponde en buena medida esa resistencia, que debe ser enfrentada con creatividad, inteligencia, firmeza, valor y dignidad -todo en una sola pieza-, aunque tampoco faltarán otras potencias regionales e incluso países desarrollados que se niegan a complacer los dictados imperiales. Los ejemplos están a la vista y se multiplican en varias regiones del mundo. Tanto los pueblos de Estados Unidos como los europeos llegaran a darse cuenta del callejón en que los han metido sin razones ni pretextos válidos ni nada que pueda beneficiarlos.
Lass autoridades rusas y chinas han respondido -como habitualmente- con prudencia y buen juicio y no se han dejado arrastrar por las enloquecidas provocaciones. Han dejado claro, sin embargo, que no aceptarán humillaciones ni arbitrariedades ni agresiones y darán la respuesta correspondiente y recíproca en cada caso.
Para el mundo quedó bien definida la interrogante: ¿quién amenaza a quién? El Imperio yanqui y sus subsidiarias de la OTAN lo han dejado bien claro para todos: ellos mismos son los que lanzan las amenazas y los gritos de guerra.
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