¿Qué ocurre realmente en Irak?
13 de junio de 2014
|A las complejidades, contradicciones e interrogantes de todo tipo que rodean a la explosiva situación del Medio Oriente, -alentada generalmente por las llamadas “potencias occidentales” e Israel en busca de satisfacer sus propios intereses,- se ha unido en días recientes la invasión del territorio de Irak por parte de las bandas terroristas pertenecientes al titulado “Estado Islámico de Irak y el Levante”, que ya actuaban aisladamente en regiones iraquíes como Faluyah y se han responsabilizado como autores de bárbaros atentados terroristas contra la población civil en Bagdad y otras ciudades.
Se dice que, en esta ocasión sus fuerzas penetraron en Irak a través de la frontera noroeste, limítrofe con Siria, de donde debieron salir huyendo ante los contundentes golpes que el Ejército sirio les ha propinado en los últimos meses y de los choques internos que han tenido con otros grupos de igual calaña que pretenden el control de territorios sirios. Otros afirman que se trata de un movimiento estratégico que busca la ocupación de un extenso territorio común a los dos países para establecer allí al llamado “Estado Islámico” que pretenden, bajo una interpretación extrema y fanática de la ley islámica.
Aunque maquillada a conveniencia de elementos religiosos, – más o menos presentes-, los analistas más serios coinciden en que el fondo de la situación es predominantemente político y está conectado con la injerencia y las pretensiones imperialistas en la vasta zona: no es ajeno a un pretendido ajuste de cuentas y derrocamiento del actual gobierno iraquí, encabezado por el primer ministro Nuri Al Maliki, muy cercano a Irán mediante lazos político-religiosos, negado a incorporarse a la agresión contra Siria y que ha logrado una relativa recuperación petrolera colocando hoy a Iraq, – según fuentes de la OPEP, – como segundo productor del Medio Oriente, detrás de Arabia Saudita, sin entregar el subsuelo a las empresas extranjeras.
Los sucesivos ataques contra Baiji, donde se halla la mayor refinería del país, Mosul y Tikrit, otras dos ciudades de importancia, serían el preludio de un avance hacia Bagdad a partir de la norteña provincia de Nínive según han dicho los propios agresores, que han asaltado bancos, efectuados secuestros y atacado el consulado turco en Mosul reteniendo a 48 personas de nacionalidad turca, incluido el cónsul.
Estas agresiones contra la representación turca se consideran como una venganza ante los ataques de bandas terroristas pro turcas que operan en territorio sirio ejecutaron contra las fuerzas del “Estado Islámico” en medio de las contradicciones internas que tiene lugar entre esos grupos mercenarios.
Para poder tener una idea de lo que ocurre realmente en Irak no pueden ignorarse importantes consideraciones como las siguientes: Estados Unidos y sus socios más cercanos no lograron totalmente los objetivos de la guerra de agresión lanzada contra ese país en 2003; el gobierno chiita de Al Maliki ha sido ratificado electoralmente en dos ocasiones y se negó a prolongar la presencia de las tropas estadounidenses como “instructores” si estas no se sometían a las leyes iraquíes; no ha sido posible tampoco para Estados Unidos convertir a la extensa frontera Irak-Irán en base de operaciones contra el país persa y, por el contrario, las relaciones entre ambos han salido fortalecidas.
Siendo aún muy pronto para llegar a conclusiones definitivas, las experiencias anteriores en casos semejantes en esa misma región, tan apetecida por las llamadas “potencias occidentales”, permiten deducir que Estados Unidos sigue valiéndose del terrorismo cuando le conviene y su aliento, financiamiento y organización pudieran no ser ajenos a esta agresión.
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