¿Qué está pasando en Francia?
18 de mayo de 2016
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No todo anda bien en Francia, de acuerdo con un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Aún cuando la comida francesa, el paisaje de París y otros encantos han convertido al país en el destino turístico más popular del mundo –como dice la AFP–; las últimas cifras de un débil crecimiento económico, de solo un 0,5% en el primer trimestre del presente año, y un elevado nivel de desempleo, reflejan la otra cara de la moneda de esa nación europea.
“El problema económico fundamental de Francia es la falta de crecimiento”, dice la OCDE.
Cerca de tres millones de personas están sin trabajo, el 10,2% de la población activa.
Lo más alarmante en este aspecto es el desempleo juvenil que alcanza a uno de cuatro jóvenes, es decir, un 25% de la población de esa edad que incluye, como es lógico a los egresados universitarios que pueden significar la garantía del presente y futuro.
En las actuales circunstancias de conmoción social, el economista Thomas Piketty, escribió en el diario francés Le Monde que las reformas laborales propuestas por el gobierno no van a reducir el desempleo.
Tanto el presidente francés, François Hollande, como la ministra del Trabajo, Myriam el Khomri, consideran necesaria una reforma laboral.
Tal legislación, conocida como Ley El Khomri propone cambios significativos en el actual código laboral.
Según indica RIA Novosti, las encuestas exponen que 3 de cada 4 franceses se oponen a la nueva legislación.
Argumentan los ciudadanos que con esa ley las compañías podrán prolongar la jornada laboral desde las 35 horas semanales actuales hasta 48 horas.En “circunstancias excepcionales”, señala AP, los empleados trabajarían hasta 60 horas a la semana.
La reforma prevé también la simplificación del procedimiento de despido de los empleados y concede a los empleadores el derecho de negociar el pago de las horas extras directamente con los empleados, evitando los sindicatos.
La prensa internacional se hace eco de las protestas que se escenifican, cada vez en mayor número, desde el pasado mes de febrero, cuando los sindicatos franceses y movimientos estudiantiles organizaron acciones a gran escala por todo el país, incluyendo París, Burdeos, Marsella, Toulouse y Lyon, según indica el diario La Tercera.
Refiere la publicación que el 9 de marzo el movimiento contó con la asistencia de hasta 500 000 personas por toda Francia.
No obstante el caos generalizado en todo el país galo, el presidente François Hollande, en entrevista con la emisora Europe 1, ha defendido la reforma laboral afirmando que no cederá pese a las numerosas protestas acontecidas.
Según varias agencias internacionales de prensa, la situación ha llevado a que el gobierno prevea que como la ley seguramente no pasará el voto parlamentario, use sus poderes constitucionales de forma que el primer ministro haga pasar el documento a través del parlamento sin debate ni votación.
Mientras transcurre este pulseo entre el gobierno y los trabajadores y estudiantes movilizados en las calles contra la proyectada reforma laboral, huelgas de diversa índole han paralizado durante varias jornadas las actividades del transporte, refinerías, aeropuertos de París, entre otros.
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