Por un mundo mejor
5 de noviembre de 2019
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El veterano activista contra el cambio climático Leonardo DiCaprio y la adolescente sueca Greta Thunberg se encontraron hace unos das en California, donde subrayaron la continuación de la lucha para evitar que el flagelo destruya a nuestro planeta,
Por supuesto que no es difícil conocer la trayectoria de DiCaprio, inmenso en la mayoría de sus filmes, amante de la Naturaleza y luchador por un mundo mejor. A su vez, Greta, con 16 años, se hzo famosa, .cuando en una cumbre mundial sobre el clima critico acerbamente a los dirigentes que están con los brazos cruzados ante el caos que se avecina.
Todo empezó el pasado 20 de agosto en el centro de Estocolmo, cuando quedaban 20 días para las elecciones generales en Suecia. Greta decidió sentarse en el pavimento de la plaza de Mynttorget, frente a la fachada del Risada, el Parlamento sueco, con una pancarta en la que había escrito tres palabras: “Skolstrejk for Límate” (huelga escolar por el clima).
Sus padres, la célebre mezzo soprano Malena Renmin y el actor Avante Thunberg, pensaban que su ocurrencia iba a durar dos horas, justo hasta la hora de comer. Pero no fue así. Greta siguió saliendo cada día para permanecer sentada durante jornadas de siete horas. Pasaron las elecciones y la niña ha seguido apostándose frente al Parlamento cada viernes. Su lucha no tenía una intención electoralista, como muchos pensaron, sino que persigue que todos los gobiernos tomen medidas drásticas para reducir las emisiones de efecto invernadero.
Thunberg simboliza la indignación de los jóvenes que se dan cuenta de que sufrirán el cambio climático en mayor medida que los adultos
Su desafío ha traspasado las fronteras del país escandinavo y ha dado vida a un movimiento juvenil de proporciones mundiales. Siguiendo la estela de la pequeña Greta, decenas de miles de estudiantes se manifiestan cada viernes en unas 300 ciudades de todo el planeta. Aunque la niña rechaza adherirse a ninguna organización ecologista, algunos entes han tratado de encasillarla, aprovechando su popularidad,
Esta popularidad hizo que miles de personas atacaran las palabras burlonas del presdente norteamericano, Donald Trump, quien la llamó “niña muy feliz que espera un futuro brillante y maravilloso. ¡Qué lindo verla!”.
A su vez, el mandatario ruso, Vladimir Putin, alertó acerca del peligro de que alguien se aprovechara de su juventud.
Varios medios occidentales, entre ellos, el argentino Infobae y el británico The Sun, incluyeron en sus titulares una cita entrecomillada jamás pronunciada por el ¨Presidente ruso. Según estos medios, Putin calificó a Greta como “una adolescente desinformada”.
Sin embargo, el Presidente ruso solo se preguntó si alguien le había explicado a la menor cuánto cuestan las instalaciones para usar energía solar. Además, observó que “nadie le ha explicado a Greta que el mundo moderno es complejo y variado, se desarrolla rápido, y que la gente en África o en muchos países asiáticos quiere vivir en el mismo nivel de bienestar que la gente en Suecia”.
Además, muchos medios tradujeron las palabras de Putin como si fueran dirigidas directamente a Greta: “Que vaya y les explique a los países en vías de desarrollo por qué deberían seguir viviendo en la pobreza y no ser como Suecia”. No obstante, el Presidente ruso empleó los verbos en plural: “Que vayan y les expliquen”, por lo que la frase es más bien impersonal y denota una invitación a intentar explicar la situación dirigida a todo el mundo.
Independientemente de esto, Greta ha sido invitada a viajar a Rusia para hablar a los jóvenes desde la Duma de Estado.
Porque, de cualquier forma, Greta, quien está diagnosticada de síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista que merma las habilidades sociales, venció su miedo escénico para ponerse en varias ocasiones ante numerosos líderes mundiales y cantarles las cuarenta.
Así lo hizo en una sesión plenaria de la última Cumbre Climática de Naciones Unidas, celebrada en Katowice (la COP24), donde no le tembló la voz, cuando lanzó dardos tan duros como estos: “Ustedes solo hablan del crecimiento económico verde y sostenible, porque tienen demasiado miedo a no ser populares. Dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos”.
Con la misma determinación se enfrentó a los líderes políticos y económicos reunidos en la cumbre anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza): “Nuestra casa está en llamas. Les gusta presumir de su éxito pero su éxito financiero ha tenido un precio inimaginable y, en cuanto al cambio climático, debemos reconocer que hemos fracasado. Quiero que entren en pánico”. Sin embargo, en este discurso ofreció un destello de esperanza: “Aún hay tiempo para cambiarlo todo”.
Y aunque la alerta de Putin es válida, la adolescente simboliza la indignación de los jóvenes que se dan cuenta de que sufrirán las consecuencias del cambio climático en mayor medida que sus padres o sus abuelos. Ellos pagarán cara la inacción de las generaciones anteriores que pudiendo frenar la catástrofe, no lo están haciendo por codicia, miopía, o indiferencia.
Así, quizás sea también válido lo expuesto en el documental This Changes Everything (Esto lo cambia todo), de Ave Lewis, basado en el libro del mismo nombre de su compañera, la periodista canadiense Naomi Klein. En este trabajo, Lewis y Klein invierten los términos en los que ha sido presentado tradicionalmente el problema del cambio climático, haciéndose la siguiente pregunta: “¿Qué pasa si enfrentar la crisis climática es la mejor oportunidad que tendremos para construir un mundo mejor?”. Filmada en nueve países y cinco continentes durante cuatro años, la película conecta el carbono en el aire con el sistema económico que lo puso allí, el capitalismo, presentando siete retratos poderosos de comunidades en la línea del frente, desde la cuenca del río Powder, de Montana, hasta las arenas de alquitranes de Alberta, desde la costa del sur de la India, Grecia, hasta Beijing y más allá. No busca asustar para actuar, sino empoderar.
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