Por el camino equivocado
4 de septiembre de 2017
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El dejar sin funciones al vicepresidente Jorge Glas y las nuevas medidas que se consideran atentatoria de la Revolución Ciudadana protagonizada por el anterior presidente, Rafael Correa, han llevado al actual mandatario a una encrucijada en la que se aprovechan toda la gama de la derecha atrincherada en la oposición y que, en algunos casos, se han infiltrado en filas gubernamentales y actúan de quintacolumnistas a favor de la oligarquía nacional y el imperialismo.
La situación de crisis ha hecho que desde su residencia en Bélgica, Correa haya defendido gestiones y resultados de su gobierno, y planteó la creación de un observatorio ciudadano que vigile el cumplimento de las ofertas de campaña hechas por Lenin Moreno, y, principalmente, lo que consideró ofertas demagógicas que no tienen financiamiento.
Partiendo de esta tesis, Correa considera que se podrían venir ‘paquetazos’ económicos con el fin de conseguir fondos para cumplir con estos ofrecimientos. El ex mandatario ejemplificó que el actual régimen ha propuesto construir 325 000 viviendas, de las cuales el 60% serán entregadas de manera gratuita.
Esa oferta conllevaría a edificar 223 casas cada día, por lo que se necesitarían1, 228,75 millones de dólares solo para las viviendas sociales, sin contar que se cumplan con las ventas de los bienes de la empresa Inmobiliar (con lo que se alcanzarían 307 millones de dólares) y de los autos de lujo del sector público.También Correa desmintió que la deuda pública del Estado llegó al 55%, cuando en mayo pasado era de 27,7%
En este contexto el aún vicepresidente Jorge Glas, quien enfrenta acusaciones de corrupción al estilo de las que sufrió Dllma Rousseff, cuando fue destituida ilegalmente de la presidencia, criticó a Lenin Moreno por incumplir promesas y propiciar la división de la organización Alianza País, e indicó que el actual presidente quiere vengarse de sus antiguos compañeros, al aceptar que Glas estuvo involucrado en el caso de la corrupta empresa brasileña Odebrecht, sin que haya pruebas que lo constate.
En un denominad llamado a la memora Glas recordó a Lenin que fue electo gracias a la confianza de todo un movimiento político que le permitió ser candidato, con principios ideológicos muy claros y firmes, que no se negocian ni se ceden; así como que los ecuatorianos los eligieron a ambos para continuar los cambios que inició Rafael Correa, junto al pueblo.
Le recordó que fue parte del gobierno de Correa, a quien pretende cuestionar; víctima de ataques contra su honra y de su familia por aquellos que hoy le presionan para imponer su agenda.
Asimismo, Lenin conocía la situación económica del país, porque fue parte del gobierno que hoy cuestiona, al que nunca le señaló nada en la campaña electoral, y que ahora sienta a su lado como nuevos amigos a quienes siguen mintiendo, atacando y dañando los verdaderos trabajadores por la nación. “No se trata de hacer o no la ‘ley del hielo’, se trata de honor, de verdad, de principios incalificables”, subrayó Glas.
Lo lamentable de esto es que Moreno, quien cuenta con gran simpatía popular, hace de esta pugna con la continuación de la que sostuvo con Correa, a pesar de pertenecer al mismo partido. O sea, se aleja del estilo y las medidas de gobierno de su predecesor, quien siempre consideró a Glas cumplidor, con un alto perfil, debido a su buen desempeño en la vicepresidencia –desde el 2013 hasta este año– y su manejo de los llamados sectores estratégicos de la economía ecuatoriana: petróleo, minas, energía, telecomunicaciones, medioambiente.
Esta pugnaha llevado a una crisis política que ha hecho frotar las manos a una contrarrevolución, que ya conspira y alienta al mandatario en cuestiones que tendrán repercusiones desfavorables para el pueblo, al emprender un rumbo por el camino equivocado.
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