Perú: del aula al país
11 de junio de 2021
|
El ahora elegido presidente de Perú, Pedro Castillo, comenzará a luchar en un escenario mayor que el de su aula, donde comenzó a ejercer como maestro en una escuela rural de la norteña región de Cajamarca, la segunda más pobre del país, donde creció junto a sus ocho hermanos.
Precisamente en esa ciudad de la cordillera de Los Andes señala la historia el hecho de que el 16 de noviembre de 1532, se produjo una masacre por parte del ejército colonial español, bajo las órdenes de Francisco Pizarro, que culminó con la captura del inca Atahualpa, ejecutado, el 29 de agosto de 1533. La noticia de su muerte dispersó a los ejércitos incas que rodeaban Cajamarca, lo cual facilitó la conquista del imperio y la ocupación por los españoles sin apenas la resistencia de Cuzco, en el mes de noviembre de 1533.
El hoy nuevo presidente peruano, Pedro Castillo, tuvo su formación en el trabajo que realizaba en los campos de su ciudad natal durante su niñez y juventud, y de manea muy especial, por los kilómetros que caminaba cada día, como un ritual matutino, para vender fiambres que le preparaba su madre. El índice de pobreza en la región sobrepasaba el 60% de la población.
No obstante, se preparó para ejercer como maestro y lo hizo dignamente —aunque muy mal pagado— hasta convertirse en un líder sindical capaz de organizar la huelga que en 2017 estremeció el entorno e influyó considerablemente en el respeto social que ganó y fue creciendo hasta que consideró posible su irrupción en la contienda electoral que, en una primera vuelta lo llevó a ser el más votado, pero sin los sufragios suficientes para ser proclamado presidente, por lo que tuvo que acudir a una segunda cita con las urnas donde acaba de ganar, de manera apretada, pero limpia, a la derechista Keiko Fujimori.
Ahora corresponde a Castillo y su equipo de gobierno, enfrentarse al aula mayor —un país de grandes riquezas, convertido en uno de los más pobres gracias al sistema neoliberal y la corrupción que ha padecido en las últimas décadas.
Sus dotes de educador, su andar por el campo peruano del que recibió su más importante formación como dirigente social identificado con los problemas de su pueblo y su ya proclamado compromiso de llevar adelante un gobierno democrático e inclusivo, donde todos los peruanos cuentan, pueden ser factores a su favor para vencer los más difíciles contratiempos a los que se enfrentará desde el primer día que reciba la banda presidencial de Perú.
Comentarios
