Paz y disuasión
31 de enero de 2014
|La alarma cundió entre los estrategas del Pentágono y antes en el, Congreso estadounidense, cuando la República Popular China ensayo exitosamente el misil hipersónico WU-14, que alcanza una velocidad hasta diez veces superior a la del sonido, lo que, afirmaron los “halcones” de la guerra, “les pone por delante” de Estados Unidos.
La información llega después de que China está inmersa construyendo su segundo portaaviones nuclear y espera tener cinco en el curso de los próximos años, con avances tecnológicos tales que superarían generalmente a cualquier enemigo hipotético.
En el caso del WU-14, misiles de estas características invalidarían toda la tecnología de detección e interceptación antimisiles estadounidense, estableciendo una hegemonía ofensiva.
No obstante la alarma norteamericana, el Encargado de Negocios de la Embajada china en La Habana, Chen Ping, aclaró a este periodista que este quehacer forma parte de las medidas de la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central del Partido Comunista de China para potenciar las fuerzas armadas, consistentes en optimizar el tamaño y la estructura de ejército, sanear las políticas de recursos humanos y presupuestos militares y fortalecer la integración cívico-militar. “Naturalmente, todo eso no se dirige hacia Estados Unidos, sino para mejorar la capacidad de defensa de la soberanía nacional e integridad territorial de China y la paz mundial”, destacó.
O sea, es todo un poder disuasivo para impedir cualquier tipo de agresión, que, empero, causó alarma entre los guerreristas, quienes advirtieron que EE.UU. está perdiendo la superioridad aérea y marítima ante China en la región Asia-Pacífico.
Según ellos, el creciente poderío militar de Beijing es el factor clave que hace peligrar la hegemonía de Washington en esa región. “Nuestro dominio histórico (…) del que hemos disfrutado está disminuyendo, no hay duda”, dijo uno de los almirantes del Pacífico en una conferencia naval, al tiempo que se unió al coro de quienes aun más aumento del presupuesto militar.
Incluso, algunos de los partidarios de la acción bélica, incluido el “primer golpe”, consideran que habrá lugares en el mundo donde Estados Unidos perderá su poderío militar, pero nunca debe dejar su superioridad en el Océano Pacífico y ser “mortalmente peligroso”, en obvia referencia a China.
En este contexto, Rossia Today aseguró que la tarea más importante para China desde el inicio de su rivalidad militar con EE.UU. fue crear en el plazo más corto posible armamentos capaces de neutralizar portaaviones, e indicó que está dando pasos de avance en ese sentido.
A pesar de la aparente similitud de estrategias con la ex Unión Soviética, la fuerza china destinada a impedir la eventual injerencia militar estadounidense en Asia tiene poco que ver con el respectivo cuerpo soviético, ya que no dispone de cruceros portamisiles ni de submarinos nucleares con misiles de crucero pesados, y posee muy pocos bombarderos portamisiles de largo alcance. Es decir, se limita a fortalecer principalmente su poderío defensivo
La fuerza de ataque de la aviación naval china está integrada en buena parte por cazas y bombarderos tácticos armados con misiles antibuque relativamente ligeros. Su área de acción se limita a la primera cadena de islas y las inmediaciones de Taiwán, con lo que China evita la necesidad de construir muchos bombarderos pesados. Se sabe que el país asiático posee un nuevo tipo de misiles balísticos antibuque, pero su real capacidad aún sigue siendo un enigma. La Armada china incorpora activamente nuevos submarinos diesel-eléctricos.
Esto significa que China tiene como punto de mira proteger lo que considera sus tierras y agua, con armamento más efectivo que esta enviando un mensaje de disuasión a posibles transgresores.
Pero lo anterior no es más que un buen motivo para que los monopolios de la guerra se beneficien con nuevos e importante recursos financieros para contrarrestar la estrategia china. Entre otras medidas, están mejorando la defensa antiaérea de la fuerza naval. Además, el Pentágono considera el posible bloqueo de las vías estratégicas de comunicaciones marítimas, todo esto a miles de kilómetros de Estados Unidos y muy próximo a aguas cercanas al mar chino, lo cual, considera Rossia Today, hace que, para evitar la trampa en que cayó la Armada soviética, China tendrá que escoger entre las dos estrategias de desarrollo de su fuerza naval. Es decir: entre misiles antibuque o construcción de portaaviones con modernísima aviación de combate.
Todo parece indicar que la última es la opción principal de Beijing para fortalecer su política disuasoria, a fin de mantener la necesaria paz para todos en el mundo.
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