Pase de lista
29 de junio de 2020
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Una lista más a la carga contra gobiernos no afines con lo que diga Estados Unidos. Mentiras disfrazadas que ocupan cuartillas donde cabe todo, siempre y cuando no se hable mal del gobierno de Washington.
Debe ser un ejercicio para nada retribuyente, eso de hacer listas y más listas, que ni ellos mismos creen, pero que usan para imponer sanciones y elaborar matrices mediáticas en las que se juzguen a personas y gobiernos, según un rasero conformado al estilo imperial.
Esta vez se refiere al tráfico de personas y, por supuesto, la relación está casi repleta de nombres de países ya conocidos. Allí están Cuba y Venezuela, así como Nicaragua, incluida ahora por el Departamento de Estado como castigo por no «cumplir completamente los estándares mínimos para la eliminación del tráfico de personas y no estar haciendo esfuerzos significativos para ello», según la determinación de Mike Pompeo.
Por supuesto, esta vez eliminó a Bolivia del inventario, porque ya sacaron del poder a Evo Morales a través de un golpe de estado, y el gobierno de facto es sinónimo de apego a lo que diga el amo yanqui, por tanto, en recompensa la administración Trump decidió no incluirlo en la selecta relación.
Ahora bien, ¿qué implica aparecer en esa lista negra elaborada por Washington? Pues que se pueden aplicar sanciones, congelación de ayuda humanitaria y exclusión de préstamos por parte del Fondo Monetario Internacional.
Como ven, todo va encaminado a hacer más difícil la situación en países que ya sufren de medidas económicas y financieras impuestas por Estados Unidos, bajo el manto de una mentira fabricada contra todo gobierno que prefiera ser soberano y no someterse a los designios imperiales.
En el caso de Cuba, nación ya acostumbrada a sobrevivir y vencer, no importa en cuántas listas aparezca su nombre escrito por Trump, Pompeo o Marco Rubio, esta vez el «delito» escogido por esos personajes es el de las misiones médicas cubanas que salvan millones de vidas y cuidan de la salud de enfermos en más de 60 países, fundamentalmente en los más intrincados parajes de la geografía de naciones del Tercer Mundo.
Son tan aberrados y criminales estos personajes que agregan a los «motivos» para que Cuba aparezca en la citada lista, el envío de más de treinta brigadas médicas de la Isla a igual cantidad de países, cuyos gobiernos han solicitado esa colaboración para enfrentar la pandemia de la COVID-19.
Y hay más: ahora la administración de Trump acusa a Cuba y a otros países como China, Corea del Norte y Rusia, porque «sus gobiernos son patrocinadores de la trata de personas».
Resulta algo demencial, y más cuando viene del gobierno de Estados Unidos, por mucho el mayor violador de todos los derechos humanos en el Planeta y por tanto sin moral alguna para calificar o descalificar a los demás.
Una recomendación final: pienso que sería mucho mejor, más serio y más acorde con la realidad actual, que los Trump, Pompeo y otros especímenes de esa fauna imperial, hagan listas sobre las enormes cantidades de contagiados y muertos por la COVID-19 en su país, y busquen soluciones para que sus conciudadanos no sigan falleciendo.
Y, si de todas maneras quieren hacer listas donde incluir a otras naciones, que las encabecen y conformen con colaboraciones económicas y financieras, para contribuir entre todos, a vencer la terrible pandemia.
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