Papeles diferentes…
28 de mayo de 2014
|Las más recientes declaraciones del presidente sirio, Bashar al Assad, en cuanto a que Rusia ha salvado no solo a Siria, sino a todo el Oriente Medio, además de constituir verdades incuestionables, sacan a la luz pública otros temas de los que poco se habla.
Se refiere el mandatario de la nación árabe al veto ruso que bloqueó una posible resolución del Consejo de Seguridad que a propuesta de Francia pretendía sancionar a Siria e, incluso, trasferir su caso a la Corte Penal Internacional, instrumento manejado por el gobierno de Estados Unidos de acuerdo a sus intereses.
“Es la cuarta vez que Rusia veta la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU salvando no solo a Siria, sino a todo Oriente Medio, manteniendo la estabilidad en el mundo y deteniendo la hegemonía occidental”, aseguró el gobernante.
Además precisó que “el mérito es de Putin, que ha sido capaz de aumentar el papel de Rusia en el ámbito internacional, incluso a un nivel más significativo del que ocupó la URSS”.
También China se unió a Moscú en el veto de la propuesta, que aunque proviene de un gobierno que una vez se llamó socialista, ha actuado en la arena internacional a la par con Washington y algunas veces, como en el caso de Libia, prestándose para una acción militar contra esa nación.
Esta vez, el proyecto de París no era más que una maniobra para crear un pretexto que permitiera una intervención militar de la OTAN dirigida por Estados Unidos.
Estos mismos gobiernos —el norteamericano y el francés— han formado parte del llamado grupo de aliados que llevaron al colapso las conversaciones de paz sobre Siria recién celebradas en Ginebra, además de apoyar financieramente a los grupos mercenarios que han llevado el terrorismo a Damasco.
Rusia se ha mantenido firme en sus pronunciamientos a favor de un mundo multipolar y condena la política de Occidente en Siria que se basa en “romper la copa en pequeños trozos y tratar de manipular estos fragmentos”.
De igual manera Moscú se pronuncia contra “la política de caos controlado” realizada por los países occidentales en Siria, dirigida a la solución de sus objetivos geopolíticos, que contradicen con los intereses de ese pueblo.
Occidente, por su parte, pretende torpedear las elecciones presidenciales sirias a realizarse el próximo 3 de junio, favoreciendo el clima de caos y guerra que han generado los grupos infiltrados con armas y dinero recibido de países occidentales y monarquías del Golfo.
Rusia no duda de la legitimidad de las próximas elecciones presidenciales en Siria. Las mismas se distinguen de las de Ucrania por el hecho de que se llevan a cabo estrictamente de acuerdo con la Constitución, y “no tras un golpe de Estado con la posterior usurpación del poder”, como ocurrió en Kiev, según Russia Today.
Queda claro que el papel de Francia como el de Occidente todo, es el polo opuesto de lo que opina Rusia, que una vez más se ha mantenido firme en el Consejo de Seguridad, para que la paz sea el camino y no la guerra impulsada desde Estados Unidos.
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