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Otra vez Ayacucho en América

24 de noviembre de 2024

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Cuando nos acercamos a la conmemoración del Bicentenario de la histórica y trascendental Batalla de Ayacucho, capítulo esencial de la expulsión definitiva del colonialismo español de las tierras de Sudamérica y obra monumental de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre -calificado por el Libertador como Gran Mariscal de Ayacucho- vienen a nuestra mente los diversos capítulos de aquel episodio inolvidable que abrió una nueva era para la historia americana.

Aún cuando quedaron deudas pendientes, Ayacucho marcó un antes y un después y desde entonces la fecha del 9 de diciembre de 1824 es considerada como hito de dignidad y heroísmo, de honor y decoro patrios, de triunfo de la justicia y la libertad sobre el crimen y la barbarie. Allí, al decir de José Martí, “se desclavó del Cuzco el gonfalón de Pizarro”. Refiriéndose también al Libertador de América y su obra gigantesca, afirmó igualmente que “lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy…”. Ningún preludio como ese.

Así es exactamente y por eso en este Bicentenario, América Latina y el Caribe libran un nuevo Ayacucho -tan heroico y tenaz como el primero- esta vez contra el imperialismo norteamericano y su secuela de despojo, explotación y saqueo; contra los métodos más sutiles y perversos como el colonialismo cultural; contra la deuda impagable y el comercio desigual; por la autodeterminación y contra la agresión imperial en todas sus formas.

Entonces, como ahora, hubo también algunos traidores y con ellos. tanto Bolívar como Sucre fueron implacables al evocar la justicia del pueblo.

Hoy, 200 años después, estamos en otro Ayacucho, esta vez inspirados y estimulados por el ejemplo de los precursores; América se encuentra de nuevo en plena lucha contra un enemigo enfurecido por sentirse en declive pero aún poderoso, inescrupuloso y malvado. Este Ayacucho solo culminará cuando, como recordó Martí, “¡Catorce generales españoles acurrucados en el cerro de Ayacucho, se desceñían la espada de España!”.

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