ONU: horas de difícil prueba
23 de octubre de 2024
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Se están cumpliendo por estos días los 79 años de la fundación de la actual organización de Naciones Unidas. Dicha estructura, sucesora de la lejana Sociedad de las Naciones, fue consecuencia directa de los resultados de la terrible Segunda Guerra Mundial, donde el llamado “mundo libre” había derrotado al nazifascismo hitleriano y sus asociados, que supuestamente no volverían a emerger con sus pretensiones totalitarias de dominio y saqueo.
Poco o nada se dijo entonces de lo que había significado el lanzamiento de las bombas atómicas por parte del gobierno imperialista de Estados Unidos contra la población civil de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, que pasó a ser uno de los más horribles crímenes de la historia de la humanidad y encubrió las pretensiones yanquis de imponerse como la única gran potencia vencedora de la contienda.
En 1945 el mundo era muy distinto y solo 47 países participaron como fundadores en el nacimiento de la flamante organización y como firmantes de la Carta de Naciones Unidas posteriormente, un documento que debía ser respetado por todos y defendería los principios de la paz, la soberanía, la no intervención, la igualdad jurídica de los Estados, el desarrollo, el progreso y el bienestar material, con un espíritu de justicia universal.
Muy pronto, sin embargo, se comenzó a percibir que la intención de las llamadas “potencias occidentales” no se correspondía en buena medida con los limpios postulados de la Carta y uno de los primeros síntomas fue la agresión yanqui contra las República Democrática Popular de Corea en 1950, dando lugar a una guerra que duró 3 años en medio del frustrado delirio de aplastar y liquidar a la RPDC.
Los sucesivos gobiernos imperialistas de Estados Unidos esgrimían entonces al “fantasma del comunismo” y la “agresión chino soviética” como pretexto para imponer sus presiones, chantajes y amenazas. Ninguno de esos pretextos estaban mencionados en la Carta y ese texto común ha sido reiteradamente ignorado por los poderosos, que pretenden conducir a la ONU hacia sus particulares intereses.
Ciertos logros puede exhibir la ONU a lo largo de su existencia, sobre todo mediante el trabajo de sus agencias especializadas en diversos ámbitos de la sociedad, así como la descomposición de gran parte del sistema colonial en África y Asia acompañada por el surgimiento de nuevos estados con sus altas y bajas en lo económico y social.
Un importante paso fue el reconocimiento de la República Popular China como único y legítimo representante del pueblo y el gobiernos chinos en esa organización, incluida como miembro permanente del Consejo de Seguridad, en el año 1972.
Envuelta en diferentes crisis y graves coyunturas -como fue la llamada Crisis de Octubre de 1962- la ONU atraviesa hoy horas de difícil prueba de las cuales trata de salir airosa manteniendo en alto los principios amparados por su Carta fundacional y adecuándose a los cambios ocurridos en el mundo, a los peligros derivados del declive del sistema imperialista que busca perpetuarse y los avances sostenidos del multilateralismo.
Posiblemente está ante su más difícil solución.
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