No hubo lucha: BJP arrolló al Congreso
24 de mayo de 2019
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Los nacionalistas hindúes del Bharatiya Janata Party ganaron ampliamente las elecciones legislativas de la India, al obtener, en un conteo aún incompleto, 304 de las 542 bancas del Parlamento, más de seis veces que las obtenidas por la principal agrupación opositora, el Partido del Congreso de la India, con 50, cuyo líder, Rahul Gandhi, reconoció, además de apuntar que fue una elección trasparente, y felicitó al BJP y al primer ministro, Narendra Modi, quien será seguramente reelecto.
La victoria del BJP se esperaba, aunque no tan holgada, luego que el Congreso había triunfado en tres de los cinco estados que celebraron elecciones locales en diciembre último.
Pero Modi sabe atraer a los nacionalistas hindúes, que son mayoría en la India, a quienes prometió que gobernará por el bien de la nación, por lo cual se requiere eliminar el injusto sistema de castas, tal como se le conoce, y que sólo se deben reconocer dos, la de los pobres y la de los ricos que los ayuden a dejar la pobreza.
Cierto que se han reportado injusticias durante estos años cometidas por exacerbados seguidores de la religión hindú, entre lo que se encuentra la muerte en la hoguera de cerca de 200 musulmanes, con la connivencia de autoridades locales que no han hecho nada para impedirlo.
También se requiere combatir el 30% del analfabetismo que aún lastra al pueblo dio y reformar una constitución que no contempla la plena igualdad de los indios, discriminando principalmente a la mujer.
No obstante sus errores, acusaciones de presunta corrupción -no comprobada- y fallos en medidas económicas que ha elevado muy alto el índice de desempleo, Modi ha sido, es, realmente popular, y visto como el más sencillo de los ciudadanos indios, independientemente de que asuma en ocasiones el título de “salvador de la Inda”.
A pesar de varios entuertos con Paquistán, que ahora goza de un gobierno calificado de progresista, expertos opinan desde una posición de izquierda que la India está más amenazada por su propio gobierno y el partido gobernante, Bharatiya Janata Party (BJP), que por fuerzas extranjeras.
Asimismo, señalan que en este primer mandato ha lanzado un asalto total a los principios de laicismo y democracia, que son parte integrante de la Constitución y que han dado forma al sistema de gobierno y a la sociedad de la India.
Esto en un estado que tiene un alto porcentaje de pobres rurales sin tierra. Por lo tanto, es necesario introducir cambios en la Constitución para proteger sus derechos, indican.
La minoritaria izquierda alerta de que hay que defender la Constitución para que no sea acomodada a la ideología comunal del BJP y su conjunto de organizaciones de derecha (el Singh Privar).
En este contexto, el Premier niega que defienda solo los intereses de los hindúes, sino la de todos los indios, y rechazó que lo comparen con el genocida nazi Adolfo Hitler.
El primer tema es el laicismo. El Primer Ministro era un Pracharat de RSS (trabajador a tiempo completo del RSS). El RSS o Rashtriya Swayamsevak Sangh es una organización de extrema derecha que se inspiró́ en el líder nazi Adolf Hitler y que evoca fuerzas de la oscuridad.
Asimismo, rechaza las acusaciones de que trata de convertir a la India en un Estado hindú, un Estado teocrático, donde la ciudadanía no se define sobre la base del reconocimiento de la igualdad de todos los ciudadanos, como en la actualidad, sino sobre la base de ser hindú́.
Sus críticos apuntan que, en un país de 1 400 millones de habitantes, donde hay 175 millones de musulmanes, así́ como millones de sijs, cristianos, budistas, zoroástricos, jaimistas y ateos, donde la idea misma de la India es una síntesis de culturas y creencias pluralistas, esta política de supremacía religiosa es criminal y, por supuesto, anticonstitucional.
De todas maneras, Narendra Modi tendrá otros cinco años para demostrar la falsedad de estas acusaciones, deshacer errores de su primer mandato y llevar a cabo los ansiados logros que su país necesita y la mayoría población le ha confiado en unas elecciones reconocidas por su limpieza por sus propios detractores.
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